Madres de más de 50 años han dado a luz a 26 niños desde 2013

Á. de la Paz
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El retraso en la maternidad eleva hasta el 38,2% los nacimientos con progenitoras con edades de 35 o más años. El grupo de gestantes menores de 25 años mengua

Los nacimientos marcan su mejor dato en los últimos cuatro años. - Foto: Luis López Araico

El bajo número de nacimientos y la tardanza en la maternidad son dos características de un mismo fenónemo. En la provincia, el número anual de alumbramientos ha experimentado una leve mejoría desde 2021, cuando se registró el peor dato de la serie. Sin embargo, los 5.321 partos de 2024 suponen apenas un puñado más que los acumulados en el ejercicio menos voluminoso, cuando se anotaron 5.069 vidas nuevas en la provincia. Entretanto, se observa una demora progresiva de las mujeres por tener descendencia. El pasado año, el 38,2% de las madres contaron con una edad de 35 o más años, lo que supone que casi cuatro de cada diez recién nacidos tienen una progenitora en estas cohortes tardías.

La decisión de tener una criatura tiende a plantearse en concurrencia con una serie de factores socioeconómicos, entre otros, el desarrollo de la carrera profesional, la remuneración salarial o el acceso a la vivienda. Estos elementos, además de aquellos que se relacionan con la vida en pareja o la salud reproductiva, condicionan la evolución del indicador. En 2024, han nacido 2.032 bebés de madres con una edad superior a los 35 años; en 2019, hace apenas un lustro, fueron 1.952 criaturas (sobre un total de 5.393 niños, una cifra muy parecida a la última conocida), un 36,2%. Al mismo tiempo, las madres toledanas menores de 25 años tuvieron 568 bebés en 2019, por los 552 de la última revisión.

Uno de los datos más sorpredentes lo protagonizan las mujeres que, con 50 o más años, son madres. En 2024, seis criaturas han sido engendradas por progenitoras de esta edad. La cifra desdibuja los impedimentos biológicos sobre la maternidad y eleva la frontera etaria. La popularización de los métodos de reproducción asistida han incrementado las posibilidades de gestación hasta unos límites antaño desconocidos. En los diez años transcurridos entre 2013 y 2022, se registraron 17 hijos con madres de este colectivo (con los cuatro bebés de 2022 como cima estadística), menos de dos por ejercicio. En 2023, hubo tres recién nacidos con gestantes con al menos medio siglo de vida; en 2024, se han pulverizado las plusmarcas anteriores, con seis niños.

Asimismo, sorprende que entre los seis niños con madres mayores de 50 años haya cinco chicas y solo un varón. Desde 2013, entre los 26 bebés cuyas progenitoras se encuentran en tal cohorte se observa un claro predominio femenino: 17 niñas por nueve niños. Esta desproporción diverge del comportamiento habitual de la natalidad por sexos, un patrón siempre favorable a ellos por algunas décimas (un 51,1% en la provincia el pasado año). En cualquier caso, cabe reseñar el pequeño tamaño de la muestra de criaturas nacidas en Toledo cuyas madres sobrepasan las cinco décadas de existencia, un límite estadístico que dificulta la búsqueda de pautas.

NUEVAS MATERNIDADES. La información que proporciona el Instituto Nacional de Estadística sobre el estado civil o la nacionalidad de las madres muestra una presencia creciente de extranjeras y mujeres en situación distinta a la del matrimonio. Los últimos datos, correspondientes a 2023, muestran cómo el 54% de los niños lo fueron de mujeres casadas. Este porcentaje escalaba en 2009 hasta el 70%.

La proporción de bebés con madres extranjeras también se ha incrementado en los últimos años. En 2009, apenas el 21,9% de las criaturas tenía una progenitora procedente de un tercer país. En 2023, su peso proporcional alcanzaba el 25,1%, uno de cada cuatro.