«Nos están volviendo locos». Así de expresivo se mostró esta mañana el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, a la hora de valorar cómo va el proceso de reversión del antiguo hospital Virgen de la Salud con la Tesorería de la Seguridad Social. «Hemos tenido tres requerimimientos», contó, «y acada cual, el requerimiento siempre va a más». Parece que con el tercero se ha colmado el vaso. «Este último nos ha sorprendido y nos ha hecho pensar en que alguien no tiene interés en que esto ocurra», deja caer el consejero castellanomanchego.
Fernández Sanz ha compartido públicamente estas reflexiones en la rueda de prensa que dio en el Palacio de Fuensalida, sede de Presidencia de la Junta, justo después de la reunión del Consejo de Gobierno. Contó que le sorprende que haya estos problemas cuando no los hubo con el edificio de la Escuela de Enfermería, que está justo al lado del Virgen de la Salud.
El nivel de las exigencias para el antiguo hospital de Toledo estaría rayando ya lo incomprensible. Fernández Sanz explica que lo suyo es que la Junta asuma el desmantelamiento de las partes de radiología o de amianto, por la peligrosidad de esos residuos. Ahora bien, lo que no entiende el consejero de Sanidad es que también le pidan que retiren toda la instalación eléctrica o sacar lo que queda de mobiliario cuando el edificio se va a derribar.
«Nos exigen contratar externamente a alguien para quitar esa cantida de metros de cables, de enchufes, de mobiliario», se queja. Fernández Sanz critica que hasta quieren que se deje « la parcela desbrozada». «¡Pero si lo vamos a tirar!», protesta.
Además Fernández Sanz insiste en que este nivel de obligaciones no se plantearon en los primeros encuentros para abordar este trámite. «No quedó así en las reuniones», comentó, «sino que se trataba de acordar qué es lo imprescindible e ir hacia delante».
Más demoras. El problema de todo este cúmulo de exigencias no es que esté llevando al consejero casi a la desesperación con este tema, sino que al final el acuerdo para la reversión del antiguo hospital se va a retrasar. Y eso que desde el Gobierno regional contaban con que pudiera solventarse «en breve». Ahora ya no son tan optimistas.
«Esto lo que ha hecho es retrasar la fecha», explica el consejero. Lo que ocurrirá a partir de ahora es que la Junta tendrá que contestar a la Tesorería de la Seguridad Social para manifestar su desacuerdo con este último nivel de requerimientos, tal y como avanza Fernández Sanz. Lamenta que todo esto acabará por «burocratizar» un acuerdo que busca ayudar a un barrio.