El cuartel de la Guardia Civil de Toledo, la sede de su Comandancia, está obsoleto. Es un hecho objetivo. La instalación no da más de sí después de más de 50 años de servicio. La construcción de una nueva casa-cuartel o la renovación de sus instalaciones ha sido un tema recurrente desde hace muchos años. En el año 2006 incluso se llegó a dar prácticamente por cerrado un acuerdo para levantar la nueva instalación en la conocida como ‘zona de contacto’, entre Santa Bárbara y el Polígono, en las cercanías del actual centro comercial Luz del Tajo. El Ayuntamiento accedió a realizar una permuta de terrenos con el Ministerio del Interior (200.000 m2) y todo quedó a expensas de dotación presupuestaria.

Nunca más se supo. La crisis terminó parando el proyecto año tras año hasta que en 2009 quedó totalmente descartado. Había otras prioridades en el cuerpo, y otras necesidades que atender. Pero han pasado otros diez años, y la Comandancia de la capital de Castilla-La Mancha no ha mejorado con el tiempo.

Por eso, Toledo aparece marcado en rojo con la denominación de ‘Objetivo 1’ en un plan del Ministerio del Interior para remodelar instalaciones antiguas y construir otras nuevas. Esa prioridad fijada indica que en el caso toledano lo que se ha optado por hacer en un nuevo edificio.

Para eso, el Gobierno cuenta con una partida de 675 millones de euros. No para Toledo, sino para toda España. Se trata de un plan a seis años con el que la secretaria de Estado de Seguridad, la número dos del ministro Grande-Marlaska, Ana Botella, trabaja para modernizar, sobre todo, dependencias de la Guardia Civil y la Policía Nacional.

La idea está heredada de la administración Rajoy. Se trata de un plan que apuesta por modernizar los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y reestructurarlos, incidiendo en que en España hay muchos puestos desperdigados por zonas rurales pero poco operativos al tener un número mínimo de agentes. El plan busca un modelo de cuarteles más concentrados, pero que permitan sacar más patrullas a las calles y atender mejor a los ciudadanos.

Con este marco de fondo, en Toledo se han puesto ya a trabajar. Desde el Ministerio del Interior, a través de la Delegación del Gobierno y los distintos manos de la Guardia Civil, se han puesto ya en contacto con el Ayuntamiento para estudiar ubicaciones a esa nueva Comandancia. La propia Guardia Civil ha pasado un documento con sus necesidades expresadas en metros cuadrados.

La colaboración es máxima desde el equipo de Gobierno municipal, pero la intención del equipo de Milagros Tolón es que la casa-cuartel de la Guardia Civil no salga del área de influencia del barrio de Palomarejos.  De hecho, el vicealacalde, José Pablo Sabrido, aprovechó la conferencia del coronel Carlos Medina en el Museo del Ejército para enseñar planos de la parcela al general de la Guardia Civil, Manuel LLamas.

Con la fecha de inauguración del nuevo hospital de Toledo a las puertas de 2020, el vetusto Virgen de la Salud tiene aún que dilucidar su futuro uso, y quitar al barrio otro de sus pilares, como es el cuartel, sería un terrible golpe.

Por ello, y aunque desde el Ayuntamiento no han dudado en ofrecer suelo municipal en La Peraleda, la idea que más fuerza cobra es que la futura Comandancia se levante en los terrenos propiedad del Ministerio de Defensa que hay frente al yacimiento de Vega Baja, al otro lado de la avenida Mas del Ribero.

El problema está en que hay que buscar el OK de Defensa, concretamente del Invied, el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa, que es el propietario de los terrenos. 

La cuestión debe aclararse en los próximos meses, ya que la idea es que los cuarteles marcados como ‘Objetivo 1’ empiecen a construirse cuanto antes. Ahora solo falta por ver si, finalmente, esta vez será la definitiva para renovar la vieja Comandancia de Toledo.