El FC Barcelona ha perdido este martes ante el Inter de Milán (1-0) en la tercera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, un encuentro en el que los de Xavi fueron incapaces de ver puerta ante un rival que agranda el alarmismo azulgrana en Europa.
No pescaron tres puntos esenciales para afianzarse en la segunda posición. La segunda derrota consecutiva en la competición continental que deja a un Barça sin margen de error para luchar por la siguiente fase. En LaLiga líderes y en Europa entre las cuerdas.
El cuadro catalán parecía acomodarse al césped de San Siro y encerró, durante unos minutos, a los italianos en su área. Una situación cómoda para los de Inzaghi, sin necesidad de la posesión para hacer daño al contragolpe. Junto a ello, Calhanoglu no tardó en exhibir su potente disparo, pero Ter Stegen 'voló' para meter la mano y mantener aparentemente la calma entre los suyos.
El Barça no levanta cabeza en Europa - Foto: DANIELE MASCOLOPrimero fue el guardameta alemán, y luego las líneas de fuera de juego quienes les salvaron de un gran susto. El VAR intervino para invalidar un posible penalti por manos de Eric García, pero, por suerte para los de Xavi, Lautaro estaba adelantado. Del mismo modo que Correa minutos después, con un gol anulado por el linier.
El duelo se abrió entre ambos conjuntos y los locales sellaron un muro en defensa impenetrable para Lewandowski, completamente desapercibido. La insistencia azulgrana pasaba por las botas de Pedri y Dembélé, los únicos capaces de encontrar profundidad ante las imprecisiones de Gavi, Raphinha y Marcos Alonso.
La firmeza del Inter tuvo premio y acabó hiriendo a un Barça desquiciado al límite del descanso. Calhanoglu repitió su fórmula desde la frontal y, esta vez, el turco batió por bajo a Ter Stegen con un disparo cruzado. Una inmensa alegría que les permitía irse al descanso por delante del marcador (1-0).
El Barça no levanta cabeza en Europa - Foto: MATTEO BAZZIYa en la reanudación, los 'blaugranas' intentaron no demorar la remontada pero su buena reacción inicial se fue deshinchando. Sin disparar a portería, con llegadas ineficaces, sin puntería. Al final, casi sin llegadas al área de Onana. Una impotencia que se sumaría a la lesión de Christensen, sustituido por Gerard Piqué.
La incomodidad de los visitantes seguía en aumento, aún más con la entrada de Dzeko. Dembélé revitalizó los ánimos y su desborde se topó con el palo. Una reacción positiva que Xavi trató de aprovechar con el ingreso de Alejandro Balde y Ansu Fati, que volvía al Giuseppe Meazza, donde se convirtió en el goleador más joven de la historia de la 'Champions'.
Sin embargo, la suerte no acompañó al joven atacante tres años después y el VAR anuló el tanto de Pedri, que suponía el empate, por manos de Fati. Reiterados intentos sin efecto que dejaron a un Barça desalentado en el final del encuentro, quienes reclamaban un penalti -inexistente para el VAR- por posible mano de Dumfries.
Así, los de Xavi se la jugarán la próxima semana en el Spotify Camp Nou ante el mismo rival, en una 'final' por la pugna en la segunda posición y sin mayor margen de error.