Dos años después, el catedrático de Historia Gabriel Mora del Pozo presentaba en San Clemente el octavo volumen de sus 'Efemérides toledanas', 365 días de acontecimientos para despertar el interés por la historia de Toledo y su provincia
«Su gran pasión, las efemérides», así lo definen sus amigos Jorge Miranda y Enrique García, ambos presentes en la presentación de este nuevo tomo.
A lo largo del tiempo, poco a poco, ha ido acumulando estas historias hasta llegar a su octavo volumen. Muchos pensaban que con el libro anterior había alcanzado su punto culminante, sin embargo, se ha demostrado lo contrario. Con este nuevo tomo, Gabriel Mora ha logrado superar incluso las expectativas más altas, «Gabriel ha superado a Alfonso X con este nuevo tomo, en cuanto a escritos».
Gabriel Mora, mentor de efemérides con su Volumen VIIISegún las palabras del propio autor, resaltaba la idea de que «no existe sociedad sin efemérides. Es traspasar el tiempo y el espacio».
Observar detenidamente la ciudad de Toledo es el gran trabajo de Mora: en cada rincón, en cada calle, en cada monumento histórico, emergen relatos que datan de tiempos remotos y que enriquecen el tejido histórico y cultural de la ciudad. Cada paso que dado por sus calles nos sumerge en un viaje a través del tiempo, donde las efemérides se manifiestan de manera palpable, recordándonos la riqueza y complejidad de su pasado.
Este último libro parece más especial si cabe. Pero a diferencia de como pasó con los anteriores, se espera que el autor de vida a nuevos tomos.
Una pasión que nació «organizando las primeras efemérides que se publicaban» en los diferentes diarios que dieron lugar a los tres primeros libros.
Con este reciente trabajo, Gabriel Mora ha logrado reunir una impresionante cantidad de casi 4.000 efemérides, consolidándose así como uno de los escritores más destacados y prolíficos en el ámbito del género histórico.
Su labor de recopilación ha sido tan exhaustiva que él mismo reconoce no haber encontrado aún una recopilación de fechas y eventos que «supere en amplitud y detalle a la suya». Esta notable hazaña no solo refleja su dedicación y pasión por la historia, sino también su habilidad para documentar y compartir el rico legado de acontecimientos que conforman la narrativa colectiva.
La ciudad de Toledo y Gabriel Mora se han convertido en un tándem perfecto.