Luz para Isidra, testimonio del milagro de Lourdes

J.Moreno
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El arzobispo de Toledo ha bendecido un mural de cerámica dedicado a la recuperación extraordinaria de esta villasequillera. Postrada durante siete años en una silla de ruedas, salió a pie de la gruta de la Virgen de Lourdes

Luz para Isidra, testimonio del milagro de Lourdes

Don Ángelo aterrizó en Villasequilla en 2017. Este sacerdote talaverano asumió la parroquia en honor de Santa María Magdalena con 26 años y empezó a escuchar la sobrenatural historia de Isidra Flores Barajas, una vecina del municipio postrada en una silla de ruedas que salió caminando durante una visita a Lourdes. «Lo cuenta toda la gente del pueblo», explicaba ayer a este diario el cura. El hecho extraordinario alimentó las páginas de la prensa española a finales de los años 70, pero el transcurso de 44 años ha empolvado el milagro. Por ello, el párroco organizó el pasado sábado una visita del arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, para la bendición de un mural de cerámica encargado recientemente y dedicado a aquella insólita recuperación física ocurrida el 9 de junio de 1979.

Isidra quedó paralizada de cintura para abajo durante un parto fatídico. Sus paisanos de Villasequilla vieron durante siete años a esta mujer en una silla de ruedas. «La recuerdo perfectamente», rescata de su niñez la alcaldesa, Elena Fernández, quien subraya que todos los villasequilleros comprobaron con sus propios ojos cómo volvió a caminar su vecina. Ya a su vuelta de Lourdes, una multitud aguardaba en Toledo para cerciorarse del milagro.

De misa dominical, ansiaba viajar a Lourdes. Finalmente, a los 45 años, formó parte de la caravana del llamado 'Tren de la esperanza' que se desplazó de Toledo hasta el sur de Francia a principios de junio de 1979. Vecina del barrio de Santa Bárbara de Toledo, la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes guio a la malograda madre de cuatro hijos hasta la gruta.

Luz para Isidra, testimonio del milagro de LourdesLuz para Isidra, testimonio del milagro de LourdesEntonces, después de unos baños en el agua de Lourdes, Isidra experimentó una sensación de calor en las piernas y la cura de la movilidad. «Anduvo con total normalidad», explica a este diario el párroco, quien resaltó que los especialistas habían sometido previamente a tratamiento a la paciente durante siete años sin una evolución favorable. Ángelo se ha preocupado por preguntar a los familiares de la mujer y a los fieles de la Iglesia los pormenores del suceso inesperado. Incluso una hija había comprado ya una casa junto a la de su madre para cuidar de ella antes de ese 9 de junio de 1979.

Sin rango oficial de milagro, el sacerdote se refiere a la cura de Isidra como «un hecho extraordinario», al hilo de la designación del comité científico que evalúa casos inexplicables. De hecho, los especialistas han clasificado como milagrosas menos de un centenar de los miles de ejemplos abordados por la supuesta intervención de la Virgen de Lourdes.

Dos días después de la recuperación de la movilidad en ambas piernas, Isidra regresó a Toledo por su propio pie. «Me condujeron hasta la gruta para que besara a la Virgen, y al hacerlo, vi un gran resplandor y como si la imagen se moviera», declaraba en aquellos años la mujer, según los recortes de prensa que guarda el párroco.

Y apostillaba: «Dios y la Virgen me han curado. En ellos, deposité toda mi confianza y seguiré haciéndolo. Nunca tuve fe en los médicos. Yo sabía que el único que podía hacerme sanar era el de arriba».

La Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes es un movimiento del seno de la Iglesia que depende del Arzobispado de Toledo. Está integrado en la Hospitalidad de Notre Dame de Lourdes de Francia y compuesto mayoritariamente por laicos, aunque también pertenezcan personas consagradas. El 'Mensaje de Lourdes' incorpora los gestos y las palabras que intercambiaron la Virgen y Bernardita Soubirous durante las apariciones en la Gruta de Massabielle en el año 1858.

La Iglesia ha reconocido de momento oficialmente 70 curaciones como milagrosas. La última sucedió el 11 de febrero de 2018 por el caso de una francesa de la localidad de Bresles, la hermana Bernardette Moriau.

El párroco Ángelo Pérez encargó al prestigioso pintor ceramista Antonio García Cerro un mural cerámico que recreara la recuperación de Isidra. «Es igual que ella», afirma admirado por la extraordinaria similitud de la pieza de su paisano con la figura de la mujer de Villasequilla, fallecida en 2010. Una procesión de antorchas por las calles villasequilleras acompañó a la misa y a la inauguración del conjunto de azulejos en un acto de oración por los enfermos del municipio.

Los paisanos, y los vecinos del barrio de Santa Bárbara, celebraron durante años cada 9 de junio con una misa y una procesión, pero la narración del hecho sobrenatural perdió vigencia aunque haya continuado la transmisión oral. «Para la familia y para toda la gente, fue un milagro», concluye don Ángelo, el párroco treinteañero que ha rescatado el increíble testimonio cercano del milagro de la Virgen de Lourdes.

«Yo fui con una fe grandísima», dejó dicho Isidra Flores Barajas durante el revuelo nacional causado por su cura, revivido ahora con el recentísimo mural de cerámica.