El alcalde de Toledo reivindica el impacto del turismo en la economía local y estima que el 20% de l a riqueza de la ciudad y el 15% de sus puestos de trabajo están relacionados con esta actividad. Más allá de las grandes cifras, Carlos Velázquez aboga por «diversificar los ejes» que atraen al visitante a la capital regional y plantea la definición de un nuevo marco de «convivencia» entre residentes y viajeros en el Casco histórico.

La apuesta del Gobierno municipal por un «turismo de calidad» se concreta en su apuesta por la atracción de visitantes que también acudan a la ciudad entre diario. Se trata de una posibilidad que «desestacionaliza más allá del fin de semana» el flujo de llegadas. Además, quienes acuden a Toledo entre lunes y jueves, siendo los asistentes a congresos un buen ejemplo de ello, dejan una jugosa aportación. «Queremos convertir a Toledo en una ciudad de congresos», asegura el alcalde. El plan trata de sumar un nuevo turista a los habituales grupos que «van por los mismos sitios y a las mismas horas».

La emergente «despoblación» del distrito monumental de la ciudad emerge como un gran reto colectivo. El progresivo cierre de los conventos de clausura, con cuatro de ellos vacíos, ahonda en un problema creciente. El alcalde cifra en un tercio de la superficie total del Casco histórico el espacio que ocupan los 16 conventos toledanos. Se trata de edificios cuya estructura se encuentra protegida, pero cuyos «tesoros» interiores pueden convertirse en vulnerables sin inquilinos dentro.

Velázquez invoca «la colaboración institucional» como punto de partida para una mejor gestión de los elementos patrimoniales que componen el Casco histórico de Toledo. Siguiendo con la problemática derivada de los conventos, apunta el riesgo de «expolio» en estos inmuebles históricos. «Tenemos que hacer un inventario de todo lo que hay dentro».

El máximo responsable de la Administración municipal recuerda la falta de Plan de Ordenación Municipal en Toledo. Además, «tenemos un Plan Especial del Casco Histórico que se encuentra desfasado». En algunos puntos del Casco, no hay residentes en la mitad de la viviendas disponibles. Entretanto, una modificación «ha paralizado nuevas licencias» para la apertura de viviendas y apartamentos turísticos.