Denunciar, una decisión valiente y aterradora

Agencias
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'Ni una más', la producción de ocho capítulos sobre la cultura de la violación sexual protagonizada por Nicole Wallace y Clara Galle se estrena este viernes en Netflix

Alma tiene 17 años y está a punto de terminar el bachillerato, Greta y Nata son sus dos mejores amigas. - Foto: Netflix

Este viernes 31 llega a Netflix Ni una más, la serie basada en el libro homónimo de Miguel Sáez Carral, también creador de esta producción protagonizada por Nicole Wallace. Ocho capítulos que abordan temas tan complejos y delicados como los abusos sexuales, el machismo, la sororidad, el consentimiento, la pornografía o el feminismo en el cambiante, y la mayoría veces frenético, universo, a caballo entre el mundo real y el mundo virtual, en el que se mueve la Generación Z.

Una ficción que arranca con el radical acto de valentía de una joven estudiante Alma (Wallace), que despliega una enorme pancarta frente a su instituto en la que lanza un tremendo aviso: «¡Cuidado, ahí dentro se esconde un violador!». «Es una decisión muy valiente y también muy aterradora, porque no siempre sabes lo que va a pasar», afirma la actriz en una entrevista en la que destaca que, cuando las víctimas deciden dar el paso de denunciar, «ponen muchas cosas en juego» y se enfrentan a muchos retos que van desde «vivir una y otra vez» aquel momento, hasta airear su intimidad «delante de mucha gente que te va a juzgar, que va a opinar y que igual no te cree».

«Ojalá todas tuviésemos la valentía que tiene Alma y todas tuviésemos ese poder y esa fuerza de alzar la voz y de decirlo», afirma la intérprete. Y es que, coinciden en destacar tanto la protagonista como los creadores de la serie, el propio Sáez Carral y José Manuel Lorenzo, CEO de DLO Producciones, aunque el #MeToo y el #SeAcabó sean trending topic y copen telediarios y portadas de periódicos, la ficción de Netflix pone de manifiesto, y lo hace además a través de varios casos, lo difícil que aún es para víctimas de agresiones sexuales contar lo que les ha pasado.

Según los datos del Ministerio de Igualdad, solo un 8% de las víctimas que sufren violencia sexual se atreve a denunciar. «La presión social, el miedo, el desconocimiento, la falta de información. Hay muchísimos factores que todavía inciden», enumera Lorenzo que destaca el terror a «ser juzgada por los demás» y el miedo «incluso a las redes sociales», como otros elementos que dificultan que las víctimas den el paso. «No nos imaginamos, como hombres, el valor que tiene que tener una mujer para hacer eso. Soy un hombre, así que no me lo puedo ni imaginar», afirma rotundo Miguel Sáez Carral.

Carta de perdón

El autor de la novela, que escribió como «una carta de perdón de un padre a su hija adolescente», y cocreador de la serie lamenta que, en muchos casos, lo que reciben las víctimas por parte de la sociedad es precisamente lo mismo que vive la protagonista de Ni una más al colgar esa pancarta. «Uno le dice que es una zorra, otro que es una loca y otro que está mintiendo. Y las víctimas de abusos, las víctimas de violaciones, lo que reciben es eso», denuncia Sáez Carral.

«Además, luego en las noticias ves casos que aún así, aún estando las cosas tan claras y habiendo sido un caso tan drástico como, por ejemplo, el que hemos visto con La Manada, aún así no hay un final feliz. Hay un final gris en el que no me quiero ni imaginar cómo está la víctima», explica Wallace.

«Tiene que pasar todo eso y mucho más para que se nos oiga. Hay una frase que dice Alma en la serie: 'Tiene que haber sangre para que se nos haga caso'. Y es verdad, si no hay sangre, si no hay por lo menos siete mujeres acusando a un mismo hombre, si no hay medios que apoyen detrás, muchas veces no se nos oye. Entonces, no me quiero imaginar lo difícil que sería denunciar sin ningún tipo de recurso. Ojalá empezase a ver como un poco más de accesibilidad y medios para las víctimas que igual sí quieren denunciar, pero no saben ni cómo ni por dónde empezar», reclama la actriz de 22 años.

La protagonista asegura que ya cuando se enfrentó por primera vez al guión, y después en un rodaje «difícil» rodaje, fue consciente de la enorme «responsabilidad» que supone abordar esta dura y, desgraciadamente, demasiado cotidiana realidad. «No estoy haciendo una serie, estoy contando una historia real. Esto no es solo ficción. Lo que se ve pasa todos los días», afirma Wallace que confía en el que si el espectador que se acerque a la producción de Netflix se «enfada y angustia», también lo haga «cuando pase algo en la vida real».

En todo caso, Ni una más, destaca Lorenzo, no busca ni caer «en el morbo o la frivolidad» pero tampoco está pensada para «adoctrinar» ni sentar cátedra. «No queremos adoctrinar a nadie. Queremos contar una experiencia que viene de esa novela y contarla de la mejor manera posible, entretenida, y que además ayude a cuanta más gente posible y que no se frivolicen los temas que tratamos», asegura.

«Es un canto a la valentía. Cada denuncia de cada mujer que se ve sometida a violencia es una grieta que se abre un muro que ha interpuesto en sociedad. Y cada paso que una mujer da, lo que queremos decirle con Ni una más es que no está sola. Que hay mucha gente dispuesta a apoyarla en ese viaje tan difícil», concluye Sáez Carral.