El entrenador del Soliss Talavera, Ángel Magán, no dudo en señalar que el punto frente a Simancas en el Primero de Mayo le había dejado un «sabor amargo». Consideró insuficiente ese 3-3 que imperó al final en el Primero de Mayo ya que aseguró que «el equipo lo ha dado todo, los jugadores se han vaciado y es más de lo mismo».
Del primer tiempo manifestó que «hemos sido acreedores de irnos con un resultado holgado». Sin embargo, acabó 0-1 ya que «la primera ocasión medio clara que ha tenido Simancas ha ido para adentro».
Para Magán es una historia que tristemente se repite durante esta segunda vuelta en el Soliss Talavera: «Merecemos la victoria, pero no somos efectivos, no tenemos acierto y hacemos internacionales a todos los porteros».
Pero en la segunda parte, «hemos remontado el resultado adverso y nos hemos puesto por delante». Quiso recalcar en cuanto al rival que «un equipo que ya está salvado, saca portero-jugador y sabíamos como lo teníamos que defender». Aun así, «pasa el balón entre las piernas de unos y de otros y nos empatan a tres».
Después su plantel dispuso de ocasiones suficiente como para no haber sufrido, incluso, con el juego de cinco, pero «no hemos sabido ganar el partido ante un gran Simancas que se ha dejado la piel y ha hecho digna la competición». Eso sí, apuntó que «no quiero que me lo regalen, pero tampoco así, que parecía que se estaba jugando la Copa de Europa». De todos modos, reconoce que «este año no es el nuestro».
Otro aspecto a destacar es que los colegiados aplicaron la ley de la ventaja a cuatro segundos para el final cuando «a Carlos le han hecho falta y era la sexta de Simancas, con lo que es doble penalti; es otra rémora que llevamos».
Haciendo una especie de balance, afirma que «fueron claves las tres expulsiones que sufrimos en partidos vitales como ante Rivas (Zion) y luegos las dos rojas de Charly contra Bargas y de Lastra frente a Villalba». De estos dos últimos choques declara que «fuimos superiores en ocasiones y en el segundo tiempo arrollamos a ambos equipos». Tiene muy claro que «son seis puntos que debían estar en nuestro casillero».