El cáncer causa 30 fallecidos cada semana en la provincia

Á. de la Paz
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La mortalidad asociada a las enfermedades oncológicas repunta en 2024 y suma su cuarto ejercicio consecutivo de crecimiento con 1.560 decesos en todo el año. Los hombres protagonizan el 62,3% de las muertes por estas patologías

El cáncer causa 30 fallecidos cada semana en la provincia - Foto: Rosa Blanco

Las enfermedades oncológicas causaron el fallecimiento de 1.560 personas en la provincia durante 2024. Se trata del peor dato anual de mortalidad por cáncer en Toledo desde 2018. Además, la evolución de este indicador describe una preocupante tendencia alcista en los últimos cuatro años. A lo largo del último decenio, estas afecciones han provocado 15.245 decesos entre los toledanos. De media, 30 personas mueren cada semana en  el territorio provincial por la concurrencia de este mal, algo más de cuatro vecinos por día.

Las dolencias relacionadas con el desarrollo celular segaron la vida de 972 hombres y 587 mujeres en la provincia el pasado año. La mortalidad masculina representó el 62,3% del total, lo que está varios puntos por encima de lo que le correspondería a este grupo, que constituye poco más de la mitad de la población. Los hábitos de vida se apuntan como una de las causas que explica tan acusada brecha entre ellos y ellas. Además, cabe reseñar otros factores en liza como la prevención y los cuidados o la predisposición genética.

En cualquier caso, el incremento de la mortalidad por cáncer en la provincia se relaciona con dos fenómenos demográficos consolidados. Por una parte, el envejecimiento de la población estira tanto los años de vida como las posibilidades de desarrollar determinadas enfermedades. Por otra parte, el censo de la provincia ha añadido decenas de miles de vecinos desde el final de la pandemia, un aumento residencial que se traduce en la presencia de más dianas potenciales y que, previsiblemente, continuará en los años venideros.

De hecho, la franja de edad con peores cifras de mortalidad se corresponde con la de mayores de 75 años. En esta longeva cohorte, poco nutrida hace escasas décadas, pero cada vez más cuantiosa, se produjeron 842 óbitos por cáncer en Toledo, el 54% del total. En el lado opuesto de la pirámide poblacional, apenas han de lamentarse una quincena de fenecidos por esta enfermedad desde el nacimiento hasta los 39 años.

De hecho, las cohortes quinquenales muestran un aumento de la mortalidad conforme la edad se incrementa, un factor que también señala la concurrencia del cáncer con otras enfermedades, más habituales y peligrosas en edades tardías, como posible desencadenante del fatal desenlace.

El cáncer más letal en la provincia durante el año recién finalizado fue el de pulmón, con 332 fallecidos en 2024. Por su parte, el de tipo colorrectal, con 227 decesos, fue el segundo con peores cifras de mortalidad. Además, el de pancreas, uno de los que peor pronóstico y menos esperanza de vida tiene, se llevó por delante 104 vidas. Por otra parte, el de próstata, una dolencia exclusivamente masculina, terminó con la existencia de 98 toledanos. Por su parte, el cáncer de mama, de marcado carácter femenino -aunque no sólo-, provocó 78 desapariciones. Otros tipos considerados complejos, como la leucemia, fueron la razón última del adiós a 53 vecinos.  

PROYECCIÓN CRECIENTE. Los datos del Observatorio que publica la Asociación Española Contra el Cáncer elevan la previsión de fallecidos por este conjunto de enfermedades en la provincia hasta casi los 2.500 en 2040; esto es, dentro de tres lustros, habrá casi un millar más de toledanos que perecerán de cáncer cada año respecto a los datos actuales. 

Para el más lejano 2050, la estimación de la AECC dispara por encima de los 2.800 la cifra de óbitos por estas dolencias en la provincia, casi el doble de los números actuales. El importante aumento se nutrirá de la eclosión poblacional que se espera en el territorio toledano y de la creciente esperanza de vida, dos circunstancias que harían más probable el cáncer y la consiguiente posibilidad de perecer por sus efectos.