Don «Marcelo, los «dos pulmones» del pastor de todos

Á. de la Paz
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La catedral de Toledo acoge la presentación del segundo tomo de 'Don Marcelo, navegante y sembrador', una extensa biografía del cardenal que dirigió la diócesis primada durante 24 años

El libro se presentó en la catedral de Toledo. - Foto: David Pérez

La sacristía de la catedral primada acogió la presentación del segundo tomo de Don Marcelo, navegante y sembrador, la biografía de quien fuera titular metropolitano entre 1971 y 1995, amén de figura esencial de la Iglesia en España durante la segunda mitad del siglo XX. El texto, escrito por su secretario particular, Santiago Calvo y los sacerdotes de Toledo Alberto José González y José Luis Galán, fue presentado por el arzobispo primado, el deán de la catedral, dos de los autores y Fernando Díez Moreno.

Francisco Cerro se refirió a la obra como «una biografía muy acabada». El actual prelado definió al protagonista del libro como «la persona que más me ha influenciado en mi vida», una sentencia que «podríamos decir todos», dijo a los presentes en la seo toledana. El actual arzobispo reivindicó los «dos pulmones» con que vivió el añorado cardenal, una condición que le permitió ser, al mismo tiempo, «humano y contemplativo; fiel a la tradición, pero sin dudas sobre el Vaticano II».

Cerro señaló a González como un hombre «profundamente religioso, muy evangélico». Además, glosó la humildad que caracterizó el trato con un pastor de dilatada carrera. Asimismo, destacó que la «fidelidad» que le caracterizó «no fue inmovilista, sino creativa».

El deán de la catedral agradeció la aparición de una semblanza que «objetiviza, desarrolla, documenta y ordena» la vida de un pastor indiscutible en la historia de la Iglesia toledana. «Fue un verdadero personaje, destacado en nuestra diócesis, en España y en la Iglesia», añadió Juan Pedro Sánchez Gamero, quien disfrutó de la primera intervención del acto.

Por su parte, el abogado del Estado Fernando Díez Moreno, colaborador de don Marcelo durante una parte de su trayectoria vital, destacó los atributos del cardenal más próximos al humanismo cristiano, una corriente que quien fuera secretario de Estado en dos ocasiones desarrolla en las columnas de opinión que, con periodicidad quincenal, escribe en La Tribuna.

«Estaba dotado de investidura cultural, era un hombre preparado para las tareas que se le encomendaron, amaba a los pobres, tenía un gran sentido de la amistad y también sentido del humor», enumeró.

González, uno de los autores del texto, se detuvo en la importancia que Marcelo tuvo para la diócesis primada. Fue «un despertador de Toledo», aseguró.

Calvo, el otro autor presente en la presentación, recordó que Marcelo fue el nombre con que se dirigieron a González «tanto los monaguillos como los papas y reyes». La idea de navegante surge de las dificultades que el prelado encontró; la de sembrador tiene un profundo matiz «evangélico».