El fin del puente de la Hispanidad ha traído consigo una sorpresa muy desagradable para el instituto de Secundaria Princesa Galiana, del barrio de Santa Bárbara. Aprovechando que el centro estaba cerrado, alguien se ha llevado entre ochenta y cien ordenadores portátiles, alguno incluso sin estrenar, a falta de unos driver (es una cifra aproximada, dado que todavía se está haciendo un recuento), así como gafas 3D y otro material.
Explica el director del centro, Julio Saiz, que los ladrones entraron por una puerta trasera pequeña. Todo hace indicar que primero accedieron una noche y se llevaron los fusibles de los contadores e incluso del equipo de emergencia que actúa cuando no hay fluido eléctrico. Esperaron a que se descargaran las baterías de la alarma y acudieron directamente a llevarse los ordenadores del aula de tecnología y los despachos. Lo que no llega a entender el director es cómo es posible que desde la alarma no se pusieran en contacto con él, como responsable asignado, para informarle de que se había cortado la luz. No hubo sms, ni llamada.
El centro todavía está evaluando el número de portátiles sustraídos y localizando sus códigos para remitirlos a la Policía Nacional. Pero «son bastantes», quizás entre los ochenta y los cien. Hay que tener en cuenta que el Princesa Galiana cuenta con un aula Altia de formación, que tenía dos armarios llenos. También había en los despachos de Dirección ordenadores nuevos, sin entregar todavía a los profesores a la espera de driver para poder mandar documentos a la impresora. A todo ello, se suma material tecnológico, como gafas 3D, comprado el pasado curso fruto del proyecto Aula del Futuro. Se han librado tan solo los ordenadores que había en otros espacios, como el aula de Plásticas y el salón de actos.
Se repite el problema. La Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía ya ha estado tomando huellas en el centro. Saiz expuso el problema a la Delegación Provincial de Educación en busca de una solución. A la espera de concretar el número concreto de portátiles sustraídos, «ahora tenemos algo de material todavía, pero estamos muy escasos para las necesidades que tenemos». Su idea es que la Delegación, o ya la Junta, busque una solución lo más pronta posible, para seguir con la formación de los jóvenes.
Esta no es la primera vez que el centro de Secundaria de Santa Bárbara sufre robos. Hace tres años, apunta Saiz, ya le quitaron la parte externa de las bombas de calor de los módulos prefabricados fuera del edificio principal. Además hace seis o siete años también fue objeto del robo de ordenadores.