Pasa la Semana Santa y el Ayuntamiento comienza a preparar el verano. Recientemente ha salido a concurso la adjudicación de una de las terrazas de La Peraleda, a la espera de ver qué pasa con la segunda; un concurso que incluye, sin llegar a concretar demasiado, que el adjudicatario tendrá que incluir medidas antirruido para no molestar a los vecinos. Estos, no obstante, será por aquello de la cercanía de la Pascua, son escépticos: como Santo Tomás, ya que no se llegan a creer demasiado que se vaya a solucionar el problema, hasta que lo vean y los comprueben, en este caso, con sus propios oídos.
Varias son las zonas de la ciudad que, en mayor o menor medida, tienen vecinos afectados por los ruidos de las terrazas de verano. Pero es sobre todo San Pedro 'el Verde' la zona más afectada. Muchas veces depende del viento el barrio al que llegan las ondas sonoras, y normalmente por allí el viento viene desde La Puebla. Los vecinos de San Pedro más pegados al vivero son los que más lo sufren. Uno de ellos en concreto ha acudido a varios consejos de participación junto a representantes de su Asociación de Vecinos y ha hablado con la anterior y la actual Corporación, que se han comprometido a controlar los decibelios. Los residentes más alejados apuntan que, sobre todo, les molesta el ruido de las tómbolas cuando hay feria.
Algo similar ocurre en Olivar de los Pozos. El ruido no afecta igual a todos y depende mucho del viento. Al propagarse en línea recta, las viviendas más cercanas a La Peraleda son las más perjudicadas y hacen pantalla a las demás. En cualquier caso, la Asociación de Vecinos ha hecho suya la lucha, «cuando afecta a un vecino o a cuatro, nos afecta a todos», pero ante la falta de soluciones, parece ya exhausta.
En Buenavista el ruido afecta, sobre todo, a la parte más pegada a la Guardia Civil, desde el número 29 de la Ronda para abajo. Bastantes residentes han puesto quejas e incluso han acudido al Defensor del Pueblo, aunque no han contactado con su Asociación de Vecinos.
El ruido no llega a La Legua si no es con circunstancias como el viento a favor, pero sí a varias viviendas de Los Cigarrales de Vistahermosa. Así se lo ha comunicado la Asociación de Vecinos de La Legua al alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, y a la concejal Loreto Molina «porque la gente se queja de que llega bastante ruido». Su petición es que se hagan pruebas de ruido para ver la huella sonora.
Finalmente, en algunas zonas de Valparaíso también llega el ruido «aunque no es para no poder dormir». El problema es sobre todo durante las fiestas y aunque es un comentario habitual durante estas épocas, no llegan quejas a Río Chico.
Escepticismo. ¿Podrán las medidas que tiene que poner el nuevo adjudicatario paliar los ruidos? Juan Meneses recuerda desde San Pedro 'el Verde' que después de multitud de denuncias, todavía no ha llegado ninguna solución. La Asociación de Vecinos se asustó mucho cuando la anterior Corporación cedió los terrenos de La Peraleda a la Guardia Civil y parecía que las terrazas se iban a acercar más al río, se iban a acercar más al barrio, cosa que al final no se ha concretado. Ahora están a la expectativa para ver si las medidas anunciadas tendrán éxito, aunque Meneses recuerda que experiencias anteriores de pantallas acústicas en la ciudad, en Buenavista y Parapléjicos, no lo han tenido.
Desde Olivar de los Pozos, Raquel López apunta que ya desde hace tiempo se supone que la música de las «discotecas al aire libre» tienen que bajar el sonido a las dos de la madrugada, «pero es mentira, a las cuatro llamas si no puedes dormir y te dicen que la Patrulla Verde está solo hasta cierta hora». Con lo cual, las medidas de protección acústica ya estaban antes «pero no hay nadie que las haga cumplir», es mucho dinero el que se juega.
José Luis Gómez, apunta a título particular desde Buenavista que, más allá de los anuncios, no se han concretado qué medidas contra el ruido se van a poner en las terrazas de verano. Si son pantallas acústicas, habrá que tener cuidado si son de las que rebotan el ruido, porque lo mandarán a San Bernardo, «y si son de las absorbentes, dudo mucho que eso se acabe de notar». A su juicio, se necesitaría una buena regulación interior, que la música esté a los decibelios que marca la ordenanza, aunque sea en detrimento de la fiesta.
Para la Asociación de Vecinos La Legua, explica Enrique Navarro, antes de tomar medida acústica alguna, habrá que hacer mediciones y tomar huella sonora «y así sabemos de lo que hablamos». Entonces será cuando se establezcan las medidas, dependiendo de la normativa, «porque esto se mide con mucha facilidad». A partir de ahí, se podrá bajar el volumen cuando haga falta y que haya un control policial para clausurar si no se hace. Lo que no cree que traiga menos ruido es que en lugar de dos terrazas haya una «porque a una puede ir el doble de gente».
Finalmente, desde Valparaíso, Belén Molina apunta que todas las medidas que haya para combatir el ruido serán bienvenidas, y pone de manifiesto que también habrá carpas en La Peraleda para el Corpus, que confía que estarán controladas por el Consistorio.