Doble puerta grande en Villacañas

L.T.
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Javier Cortés y Esaú Fernández abandonaron en hombros el coso villacañero, mientras que Víctor Hernández paseó un apéndice

Villacañas celebró su tradicional corrida de toros. - Foto: L.T.

Javier Cortés, Esaú Fernández y Víctor Hernández hacían el paseíllo, este domingo, en la Feria de la localidad toledana de Villacañas lidiando un encierro de Alcurrucén.

Cuajo y kilos tenía el colorado primero, un serio animal de Alcurrucén. Le dejó Javier Cortés cuatro verónicas y una media que tuvieron mucho sabor en el saludo. Tras el paso por el caballo, firmó el madrileño un quite por delantales que caló en el tendido. Más parado se mostró el animal por el izquierdo, viniéndose a menos. Cobró una estocada baja que fue suficiente.

Alto de cruz y hondo era el segundo. Lo recibió Esaú a la verónica, aunque no se entregó el animal en el saludo. Empujó en el peto de Antonio Rafael García antes del quite por verónicas de mano baja de Esaú. Tras el brindis al público, se quedó muy quieto el torero de Camas en el inicio por estatuarios para después comenzar a torear por el pitón derecho, firmando series que tuvieron mucha enjundia, con muletazos largos y poderosos. Dejó una estocada casi entera y el descabello se llevó el premio.

Silenciado Víctor Hernández con el tercero, un animal muy parado de Alcurrucén, que no se entregó en ningún momento. Se justificó el de Los Santos de la Humosa por ambos pitones, pero sin fortuna.

Silencio para Javier Cortés con el cuarto, que se vino abajo muy pronto. No se entregó en ningún momento del trasteo, dificultando la labor del diestro madrileño, que le robó tandas de mérito en la parte final de la faena.

Esaú Fernández firmó lo mejor de la tarde con el quinto, un gran animal de Alcurrucén que recibió el premio de la vuelta al ruedo. Destacó el de Camas especialmente por el pitón izquierdo, por donde selló muletazos muy templados en una labor que fue rubricada con un espadazo que le hizo cortar las dos orejas.

Una oreja cortó Víctor Hernández con el sexto, un soso animal de Alcurrucén con el que se justificó para cerrar una tarde.