Capital Energy, empresa española con más de dos décadas de andadura y que se ha convertido en una de las mayores plataformas de energías renovables de la península ibérica, con una cartera que suma alrededor de 25 gigavatios (GW) de capacidad, está impulsando un proyecto industrial cuyo fin último es lograr una transición ecológica y justa.

Aprovechando las fortalezas de un modelo 100% sostenible y digital, la compañía trata de conciliar la contribución a la progresiva descarbonización de la economía, a través de la implantación de las energías renovables -como la eólica o la solar-, con el fomento del desarrollo económico y social de todos los territorios en los que opera, gracias a la firma de acuerdos con administraciones, empresas y colectivos locales y al efecto tractor que ejerce con su actividad.

Capital Energy entiende que las renovables, incluidas las instalaciones de autoconsumo, y las tecnologías de almacenamiento asociadas a las mismas -como las centrales hidroeléctricas de bombeo o las baterías-, son indispensables para lograr la transición energética auspiciada por la UE, pero también que su rol trasciende a la misma. De este modo, se erigen como un medio para lograr mitigar el impacto vía emisiones de otros sectores que tienen mucho más complicado descarbonizarse.

Así, y de la mano de su relevante porfolio de plantas de generación de energía limpia, la compañía se está adentrando en otros sectores de futuro en los que la electricidad de origen renovable será clave para garantizar la sostenibilidad de los proyectos no solo desde un punto de vista medioambiental, sino también económico.

Entre los mismos figuran los del hidrógeno verde y sus diversos derivados -como el amoniaco o el metanol verdes-, ámbito en el que Capital Energy ya está impulsando una decena de proyectos en diversas comunidades autónomas españolas, como Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Aragón y Cataluña.

También el de los centros de datos, infraestructuras fundamentales para consolidar el proceso de progresiva digitalización asimismo impulsado por la UE, máxime en un entorno de creciente implantación de la IA, y que son instalaciones que precisan energía ininterrumpida y de calidad las 24 horas del día de los 365 días del año. Precisamente, la compañía está desarrollando un megaproyecto de estas características, denominado Axis, en dos localidades castellanomanchegas, Recas (Toledo) y Torija (Guadalajara), una iniciativa presentada, hace justo un año, por el Gobierno regional.

Del mismo modo, Capital Energy explora su participación en otros sectores, como los relacionados con el agua y la minería, para seguir contribuyendo a consolidar el imparable proceso de descarbonización de la economía, siempre en el marco de su compromiso con el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático.

ENTREVISTA. Cristina Sánchez Gutwil, delegada de Promoción en la Zona Centro de Capital Energy

¿Qué relevancia tiene la transición energética?

Creemos que la transición energética comprende más aspectos que la mera promoción renovable, que desde luego desempeña un papel central, pero no exclusivo. En primer lugar, esta ha de ser ecológica y justa con las comunidades en las que se implante, pero también ha de contar con el mayor alcance posible. Para lograrlo, las energías renovables más maduras, como la eólica o la solar fotovoltaica, han de contribuir a la descarbonización de sectores difíciles de electrificar por completo, como la producción de hidrógeno, y también de aquellos electrointensivos, como los centros de datos. También es preciso aprovechar aquellos emplazamientos que así lo permitan para hibridar tecnologías y aprovechar al máximo el recurso renovable, combatiendo así su principal hándicap: su intermitencia. 

Eso es precisamente lo que tratamos de aplicar y el diversificado proyecto que tenemos en Castilla-La Mancha, que compagina las renovables con el macrocentro de datos Axis, es buena muestra de ello. Queremos convertirnos en una plataforma de negocios ligados a la transición energética que complemente todas las aristas que la conforman y que dé respuesta a sus desafíos.

¿Qué les hace diferentes?

En primer lugar, contamos con una amplia trayectoria industrial y llevamos ligados a este sector más de 20 años. Este know how nos ha permitido diseñar proyectos viables y competitivos que han superado, en múltiples casos, una garante tramitación ambiental previa, en la cual han participado los organismos sectoriales competentes, así como los municipios involucrados.

Nuestro compromiso con la transparencia y con la colaboración vecinal es total, como hemos demostrado en las diversas acciones informativas que hemos llevado a cabo en cada municipio implicado en la construcción de nuestras instalaciones. 

En esencia, estamos plenamente alineados con las necesidades de Castilla-La Mancha y esa es nuestra principal fortaleza. Nuestros proyectos están diseñados por profesionales castellanomanchegos, que trabajan en nuestra oficina de Albacete y que son vecinos de las localidades en las que proyectamos estas instalaciones, para los castellanomanchegos.

Como valor añadido, contamos con el Proyecto Territorios, una iniciativa -que ya hemos aplicado en varias localidades de la región y que llevaremos a otras muchas- con la que impulsamos iniciativas que favorezcan el desarrollo del entorno rural y que se consensúan con los grupos de interés locales. Asimismo, se está trabajando en la creación de bolsas de empleo para que las empresas que construyan nuestros parques contraten mano de obra y maquinaria local.

¿Cómo va su proyecto en nuestra comunidad? ¿Han obtenido avances significativos en los últimos meses?

Castilla-La Mancha es una región importante en el desarrollo del ambicioso proyecto de energías limpias de Capital Energy. No en vano, en nuestra comunidad, que cuenta con un recurso renovable de gran calidad y con un buen tejido industrial, desarrollamos 865 megavatios (MW), tanto eólicos (288 MW) como fotovoltaicos (577 MW). Y lo hacemos de la mano de socios locales, como la albaceteña Gestacur, que está a cabo los trabajos de ingeniería, suministro, construcción, puesta en marcha y restauración del parque eólico La Herrada, de 51 MW y ubicado en Montealegre del Castillo.

La puesta en marcha de esta instalación renovable avanza con paso firme. De hecho, a principios de noviembre recibiremos los primeros aerogeneradores, suministrados por Siemens Gamesa, lo que nos permitirá entrar ya en las fases finales de su construcción. También estamos cumpliendo hitos en las obras de la que será nuestra primera fotovoltaica en Castilla-La Mancha, La Encantada, que iniciamos el pasado mes de junio. Esta planta contará con 8 MW de potencia y se situará en el término municipal de Cuenca.