La devoción a la Virgen del Prado se ha puesto nuevamente de manifiesto en uno de los actos organizados con motivo de su día grande, que como ya es tradición, viste de flores cada 7 de septiembre a la patrona de Talavera. En esta ocasión, el manto a los pies de la Virgen, en el altar de la Basílica del Prado, se ha completado con claveles azules y blancos, en un guiño especial a la bandera talaverana.

Desde las 16 horas de esta tarde han comenzado con la instalación de unos 6.000 claveles en la ofrenda floral que los talaveranos han depositado a los pies de la Alcaldesa Perpetua, y que mañana lucirá en todo su esplendor durante su gran día, en la Navidad de Nuestra Señora.

Los claveles se podían adquirir en las inmediaciones de la Basílica al precio de 10 euros la docena.  Allí se concentraban primero los talaveranos y devotos de la Virgen  que adquirían las flores con las que participar luego en su gran manto, regalo que cada año, desde 2013, la ciudad hace a la del Prado.

Talavera vuelve a vestir de flores a su Virgen del Prado - Foto: Manu Reino«Vengo todos los años, hoy al manto y mañana a la misa, a ver a la Virgen, por supuesto», explicaban Antonio y Elisa poco antes de adquirir los claveles. «No hemos faltado ningún año que se ha hecho y nos parece una ofrenda preciosa».

Tras ellos, Sergio aseguraba que vino una vez en las primeras ediciones pero no había vuelto por residir fuera de la ciudad. La coincidencia de un puente festivo en esta ocasión ha ayudado a que pudiera celebrar aquí estos días y volver a llevar sus flores a la patrona de la ciudad.

Junto a los puestos de flores, otros de obsequios y recuerdos de la Virgen y la ciudad, entre ellos algunos singulares como imanes, abanicos, cerámica o pulseras y collares con la clásica greca de cerámica local, también dulces. Tras de ellos, unos Jardines delPrado en silencio, tapados por una valla y con un aspecto poco digno de la Virgen a la que sirven de entrada.

Talavera vuelve a vestir de flores a su Virgen del Prado - Foto: Manu ReinoYa dentro el ambiente se vuelve más calmado y sereno, siempre con  la vista puesta en el altar mayor de  un templo que es referencia para la ciudad. La Virgen del Prado, en su Camarín, observaba desde lo alto el trabajo de los numerosos voluntarios de la Junta de Cofradías y Hermandades de Talavera que reciben las flores y las ubican en el bastidor que, con forma de prisma, se coloca a los pies de la Virgen.

La instalación de claveles, que se inició a las 16 horas, fue este año más rápido que nunca terminando con tiempo para las 19 horas, momento en que realiza la visita la Corporación Municipal. Como novedad, los bordes de la estructura se han pintado de blanco, para ayudar a la imagen final, que lucía en claveles azules el anagrama mariano y otros dibujos para completar el diseño.

El interior del templo vivió el recogimiento, la devoción y el sentimiento por Nuestra Señora del Prado, engalanando su casa para celebrar su fiesta con la ciudad.

Más fotos:

A las siete de la tarde se ha sumado a la ofrenda el alcalde, José Julián Gregorio, que con la Corporación Municipal ha acudido a la Basílica para participar en el cierre de esta celebración.