Es tan rico el refranero español que, para cada tesitura, situación, época del año o festividad suele tener un dicho que, con una meditada moraleja, pretende dejar una enseñanza o al menos marcar y remarcar algo que pueda ser habitual que se cumpla.
De este modo, no era extraño que, con la llegada de febrero, el año se encamine hacia la primavera, el final del invierno se vaticine y las cigüeñas vuelvan de su periplo africano a fin de disfrutar las bondades del clima de nuestra tierra.
Por ello "por San Blas, la cigüeña verás". Un dicho que en muchos puntos de la provincia se ha cumplido, incluso desde hace fechas. Sin ir más lejos, el pasado sábado, 3 de febrero, las cigüeñas ya se dejaban ver por la comarca de La Jara, por lo que el invierno, toca a su final.
Por San Blas, el enmaromado de Yuncos verásPero si seguimos recorriendo la provincia, y cambiamos de comarca, la de La Sagra es rica en afición taurina, por lo que no es de extrañar que los refranes se adecúen a esta práctica. Sea como fuere, acabe el invierno o no, Yuncos es fiel a su Toro Enmaromado. Una fiesta declarada de Interés Turístico Regional y que tiene su origen en el año 1978, denominándose en aquel entonces "Toro del Aguardiente" y se celebra en febrero con motivo de la festividad de San Blas.
Para ser fieles a la tradición, los yunqueros no quisieron que este San Blas la calle Real dejase de ver correr a su Toro Enmaromado. Si seguimos tirando de refranero, "unos se anuncian en los carteles, y otros hacen el paseíllo", reza un dicho taurino que se refiere a la posibilidad de que los diestros que se anuncian, no sean los que, por diferentes motivos, acaben actuando en las tardes de toros. En este caso no fueron los diestros, sino como la propia Asociación indicaba a través de sus redes sociales 'Matinal', toro inicialmente anunciado, era sustituido por 'Precavido" N°12 G-9, quien si cabe tenía más presencia aún que el inicialmente anunciado.
Llegar a Yuncos al filo de las cuatro de la tarde es empezar a respirar tauromaquia. La popular, la del pueblo, la que congrega a miles de personas que se citan año tras año en la localidad para ver al enmaromado. Algunos lo hacen año tras año, otros peregrinan por primera vez a Yuncos, los menos son los que después de haberlo conocido se lo pierden por voluntad propia. Al aproximarse a la calle Real, las caras se vuelven conocidas, entre los barrotes los saludos se hacen frecuentes, los reencuentros de principio de temporada son habituales y las ganas de toros laten al mismo ritmo de los corazones de yunqueros y forasteros que durante el lapso de tiempo que dura el festejo rezan un mismo credo.
Por San Blas, el enmaromado de Yuncos verásLa llegada de los cajones, la subida de la trampilla, la salida de 'Precavido', las maromas y sus maromeros guiando el viaje del toro, las embestidas, los derrotes, las carreras, la adrenalina, el júbilo, la vuelta por la calle Real, el rendir honores al toro frente al monumento, la llegada de nuevo al cajón, el bajar la trampilla y estallar la alegría, los manteos, los abrazos, las felicitaciones y celebraciones, un año más todo ha salido bien y es momento de darse la enhorabuena. A los que están, a los que lo han organizado, a los que han colaborado y a los que lo hicieron posible, desde el inicio de la tradición hasta el día de hoy.
De este modo, en el vigésimo aniversario del Toro Enmaromado, y el décimo de la Asociación Toro Enmaromado de Yuncos abrochó la exhibición de su Toro Enmaromado con la suelta de una vaca de la ganadería Caras Blancas de Carpio por la calle Real que hizo las delicias de los asistentes.
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Una década después, la Asociación Toro Enmaromado de Yuncos puede gozar de la satisfacción de saberse con el deber cumplido en su fundación, ya que han logrado preservar, blindar y perpetuar un festejo amenazado en desaparecer, que ha sido, es y será, gracias al desempeño de la asociación en seña de identidad del municipio. No solo con su tradicional Toro Enmaromado por San Blas, sino por todas las sueltas, actividades culturales, taurinas, educativas y de toda índole con las que la Asociación salpica el calendario y con las que hacen que la comarca sea un vivero de afición cuyo corazón late a ritmo de toro enmaromado.