Mañana de un martes, caluroso y otoñal, en el Palacio de la Zarzuela. Conversación – inventada - del Rey Felipe VI con Pedro Sánchez, para proponerle Su Majestad, si lo estima oportuno, ser de nuevo candidato a la Presidencia del Gobierno. 
Pedro.- Buenos días, Majestad. 
Felipe VI.- Buenos días, Pedro. Volvemos a vernos de nuevo, en este veranillo de San Miguel, y me da la impresión de que todo sigue como estaba el pasado 22 de agosto. ¿Has avanzado en las negociaciones con Puigdemont, Junqueras y Otegui para lograr los votos necesarios en la investidura? Porque, como no vienen a verme, no sé cuáles son sus propuestas ni sus planes de futuro para España.
Pedro.- Creo que voy a poder contar con sus votos, aunque Puigdemont y Junqueras prefieren darme largas y dejarlo todo para el último momento. Les he ofrecido perdón y reconciliación – no me gusta pronunciar la palabra amnistía -, pero insisten en que me comprometa también a dejarles convocar una consulta – la palabra referéndum tampoco me gusta -, sobre la independencia. Y con Bildu no hay problema. Está todo atado y bien atado.
Felipe VI.- Te recuerdo que la amnistía no está contemplada en la Constitución de 1978. Concederla cuestionaría, además, nuestro sistema democrático y la imparcialidad de la Judicatura. 
Pedro.- No estamos hablando de una amnistía, como te acabo de decir, sino de pasar página. De reconsiderar lo ocurrido el 1 de octubre de 2017, con el fin de recuperar la normalidad y seguir mejorando la convivencia en Cataluña. Como habrás observado, cada vez hay menos catalanes que apoyan la independencia. Además, así podrás viajar sin problemas a Barcelona o Girona y serás recibido como te mereces en aquel querido territorio de nuestra España plurinacional.
Felipe VI.- Otra cuestión. ¿Has reparado en las protestas y movilizaciones que estos acuerdos acarrearían?
Pedro.- Está todo controlado, Felipe. El PP y Vox están aislados. Harán un poco de ruido al principio, pero enseguida volverán a pelearse entre ellos. De Feijóo, ¿qué quieres que te diga? Bastante tiene ya con la repetida cantinela de que es el ganador de las elecciones. No quiere aceptar la realidad: que los españoles desean un gobierno progresista apoyado por quienes piden romper con España. 
Felipe VI.- ¿No sería mejor convocar nuevas elecciones?
Pedro.- Ni hablar. Desígname ahora para una nueva investidura y no se hable más.
Felipe VI.- No lo tengo claro, pero ¡qué remedio! 
A la salida del palacio, el canto de un mirlo anuncia la llegada del líder de la oposición: Alberto Núñez Feijóo.