Protagoniza una gesta, seis toros frente a una afición que lo tiene como ídolo. ¿Por qué esta apuesta?

Es una de las fechas más importantes de mi temporada. Hemos elegido Talavera porque es mi ciudad y su plaza ha traído grandes momentos a mi carrera. Y me llega en el momento tan bonito que estoy atravesando.

Los factores que coincidan cualquier tarde de toros se multiplican en una encerrona. Ahí están la posibilidad del viento, la necesidad de cortar orejas en las primeras faenas, la entrada como termómetro del interés que despierta o el juego de los toros elegidos.

La verdad es que siempre están presentes y en una tarde así todo influye. De momento, estoy muy tranquilo. Me consta que este cartel está teniendo una gran acogida. Intentaré que en los primeros toros salgan las cosas y que la tarde vaya mucho más tranquila.

Una apuesta así, ¿requiere de una planificación diferente?

La preparación es la de una corrida de toros más, aunque con un punto de intensidad porque voy a matar seis toros. He seguido los mismos ritmos. Soy el único espada, pero estoy tranquilo: está el trabajo hecho, estoy muy preparado y eso le da un plus de calma a mí y a la tarde.

Le dicen torero poderoso, especialmente capaz en el último tercio. Lidiar un festejo en solitario le obliga también a ser variado.

Tiene que haber variedad, desde el primer momento con el capote y después con la muleta. Por eso creo que va a ser un festejo muy interesante. Estamos trabajando mucho en eso y esperamos ofrecer un gran cierto. Sí que es cierto que mi fuerte está en la muleta y la espada, pero también con el capote he podido cuajar toros en sitios muy importantes.

¿Qué hace especial a La Caprichosa frente a otros cosos? 

Es la plaza en la que debuté de novillero sin caballos y de novillero con picadores. Es la plaza de mi ciudad y me ha visto crecer. Desde que tomé la alternativa no he fallado a ninguna feria y la gente ha respondido muy bien. Por eso la tengo un cariño muy especial.

Ha escogido seis toros de encaste Domecq, tal vez de las mejores ganaderías con esta procedencia. ¿Por qué no ha abierto el abanico a otras procedencias?

Al final, esta tarde la he preparado a mi gusto y con las ganaderías que me han dado triunfos muy importantes. Por ejemplo, Santiago Domecq me echó una corrida en Talavera en la que corté cuatro orejas y un rabo [en septiembre de 2023]. Con Victoriano del Río fue mi primera puerta del príncipe en Sevilla [en mayo de 2022]. Y con la ganadería de Garcigrande llegó mi primera puerta grande en Madrid como matador de toros [también en mayo de 2022]. Todas las ganaderías que vienen tienen un significado muy especial para mí. Decidí que fueran esas porque todas han aportado cosas muy importantes a mi carrera en estos inicios.

Además, será el pregonero de las fiestas de San Mateo. ¿Cuál ha sido su relación personal y profesional con la ciudad?

Cuando me propusieron ser el pregonero de las ferias de Talavera me dio un poco de miedo porque soy matador de toros y no sé qué tal se me da hacer estas cosas. Es un reto que me parece muy bonito: en cuanto el Ayuntamiento se puso en contacto conmigo no dudé en decir que sí y aceptar. Con la ciudad hay una relación que empieza por lo profesional y que cada vez ha ido más hacia lo personal. Me siento muy querido por toda la ciudad, que me hayan llamado es un verdadero lujo y un detallazo.

Su alternativa, en un 2021 todavía marcado por la pandemia, fue recibida como una buena nueva. Fue aquel un gran estreno.

Fue un día soñado, corté cuatro orejas. Lo pudo ver todo el mundo [se televisó por el extinto Movistar Toros] y lanzó mi carrera. Aquella tarde era junto al Juli y Manzanares, eso suma también. Creo que fue la tarde que me disparó y me puso en las ferias.

En 2022, triunfó en Sevilla y Madrid, Feria de Abril y San Isidro. Fue el torero revelación y triunfador de la temporada de la vuelta a la normalidad.

Son los dos festejos que marcan mi carrera, dos tardes clave de una temporada muy buena. Conseguir en mi primer año una puerta del príncipe en Sevilla y una puerta grande en Madrid fue algo soñado que no esperaba. La de 2022 fue la temporada que me puso a funcionar y al lado de las figuras. Es un verdadero privilegio el lugar donde he estado y donde creo que estoy.

Sin embargo, en esta temporada ha toreado menos y ha faltado en algunas ferias.

Ha sido una temporada distinta. He toreado bastante menos, pero donde he estado he dado golpes encima de la mesa. Me queda esa tranquilidad de que he hecho los deberes y de que estoy preparado. En todos los sitios donde se me ha dado la oportunidad he dado la cara y he triunfado.

Como en Pamplona y Pontevedra.

Es que Pontevedra es una plaza que hago como mía. Cuento con un número de seguidores muy grande allí y las tardes que he toreado siempre ha habido una gran entrada. Es una alegría que en la única plaza que sobrevive en Galicia sea Tomás Rufo un torero de interés. En Pamplona he estado los últimos años y en este le corté dos orejas a un toro de Fuente Ymbro.

¿En qué plazas sale el toro qué más le gusta?

Cada plaza tiene su toro. En las de primera sale un animal serio, nos mentalizamos para lidiarlos y también nos proporcionan el triunfo. La plaza que más me gusta es la de Madrid, porque me sacó de novillero [abrió la puerta grande en septiembre de 2019] y he tenido grandes tardes allí. Todas, una a una, ya sean Sevilla, Toledo o Talavera, son también plazas especiales y en todas estoy muy cómodo, sabiendo que en algunas de estas sale un toro muy serio.

Es el último hombre forjado en la casa Lozano, referencia indiscutible de la fiesta contemporánea. ¿Qué se aprende al lado de ellos?

Poco se puede añadir sobre esta casa, todo lo que diga se queda corto. Es una gran familia, muy taurina, de la que han salido grandes figuras como Palomo Linares, José María Manzanares, César Rincón o Manuel Caballero. Pertenecer a esta casa es un verdadero lujo: se aprende mucho y también se tiene la suerte de poder torear en su ganadería de Alcurrucén. Es una familia que ha aportado cosas muy buenas a mi carrera. Y, sobre todo, es donde me he hecho matador de toros y el lugar en el que he aprendido una educación taurina de hace muchos años.

¿En qué espejos se mira? ¿Quiénes le inspiran?

Mi referente y mi ídolo desde pequeño siempre fue El Juli. Además, he tenido la suerte de convivir con él varios años, estuvimos apoderados por la misma casa. También ha sido mi padrino tanto de alternativa como de confirmación en Madrid y Nimes [Francia]. Otro referente ha sido Joselito [se refiere a José Miguel Arroyo] y, desde luego, José Tomás. Todas las figuras del toreo me gustan y me han gustado, y de todas he intentado coger algo y llevármelo a mi concepto. Pero sobre todos estos tres.

¿Con quién no ha toreado aún y le gustaría poder hacerlo?

Con José Tomás. Uno de mis sueños sería poder compartir cartel con él. No he tenido trato cercano, tampoco he tentado con él, por eso me gustaría.

¿Le gustaría torear con su hermano Pedro? ¿Darle la alternativa quizás?

En el campo sí he toreado con él, pero en festejos todavía no. Me gustaría muchísimo, lógicamente. Todavía le queda mucho, es novillero sin caballos y tendrá que ir avanzando.

La faena perfecta es un ideal recurrente. ¿Cuándo estuvo más cerca de alcanzarlo?

No existe, la perfección en el toreo no se produce. Pienso que la perfección es la imperfección. Cuando uno se sale de los moldes que hay, hace las cosas como le salen en ese momento y como le pide el cuerpo es cuando llegan las faenas más rotundas y bonitas. Ahí tenemos los claros ejemplos de esas últimas faenas que para mí han sido perfectamente imperfectas: la del Juli al toro de La Quinta en Madrid [en mayo de 2022], o la de Morante al toro de Domingo Hernández al que le corta el rabo en Sevilla [en abril de 2023]. Son dos faenas en que muchos estaremos de acuerdo en que fue la hostia y otros no, y eso es lo bonito del toreo. Como torero y como aficionado ha sido lo que más cerca he visto a una faena de la perfección. Han sido dos con las que me he emocionado mucho y he estado, además, presente en la plaza. Respecto a mí no me atrevo a mojarme. He tenido tardes importantes y faenas muy bonitas y buenas. Pero tanto como la perfecta, no sabría decir. Con las mías, como las estoy realizando yo, no me paro a pensar si es perfecto o no. Pero de las que veo sí me gusta opinar. 

Se ven más jóvenes en las plazas en los últimos años. ¿Hay futuro para la fiesta?

Creo que sí. Cada vez se ve más gente joven en los toros, sobre todo en Madrid. Es bestial la cantidad de gente joven que acude a Las Ventas. Me alegra mucho: soy un torero joven y esa es la afición que debe de mantener esa ilusión por ir a los tendidos para seguir creciendo a la vez.

Determinados poderes cuestionan la tauromaquia. ¿Ha invitado a algún político a los toros?

No, personalmente no lo he hecho. Nunca he invitado a ningún político, pero sí me ha alegrado mucho cuando los he visto. Y me da lo mismo que sean de izquierdas o de derechas. El toreo no entiende de ideologías: parece una frase hecha, pero es verdad. El toreo no debe decantarse por ninguna parte, todo es bienvenido. Por eso, cuando los he visto me he alegrado mucho.

¿Qué duelen más: las cornadas, el olvido de las empresas o la indiferencia de los públicos?

Las tres cosas duelen. Lo que más me fastidia es cuando por méritos propios te estás ganando estar en los sitios y no estás. Eso es lo más duro que hay en el toreo. Al final, de una cornada te curas y al público eres capaz de darlo la vuelta. Pero lo otro, no está en tu mano.

La encerrona, entonces, viene a reivindicar el sitio de Tomás Rufo entre los relevantes del escalafón. 

Desde luego que esta tarde es muy importante. Primero, porque voy a buscar el triunfo rotundo. Segundo, porque creo va a ser un éxito en taquilla y voy a demostrar que llevo gente a la plaza y soy un torero con mucho interés.