El Baskonia dejó escapar una victoria muy necesaria ante la Virtus de Bolonia (81-82) en el último segundo del encuentro de este jueves en la jornada 15 de la Euroliga, un regreso trampa de Dusko Ivanovic al Fernando Buesa Arena que ejecutó Will Clyburn.
El equipo de Pablo Laso fue muchos minutos a remolque del colista de la competición, a manos desde esta semana de un viejo conocido como Ivanovic. Nikos Rogkavopoulos (19 puntos) tiró del carro de un Baskonia que sudó para tener en su mano el triunfo, pero un 3+1 de Clyburn dio la vuelta a un 81-78 a un segundo del final.
Un golpe dañino para un Baskonia que ni mucho menos está para tirar cohetes en esta campaña con Laso y que se queda en seis triunfos, fuera del 'Top 10' de la competición. Mientras, la Virtus renació en Vitoria con su tercera victoria, donde Ivanovic hizo varios milagros en distintas etapas del conjunto azulgrana, esta vez con un equipo italiano que demostró que tiene calidad.
La confianza seguramente esté también en camino para los de Bolonia. Clyburn (23 puntos) demostró que puede ganar partidos, sobre todo en el segundo tiempo, y destacó también otro ex de los locales como Tornike Shengelia. Sin embargo, el duelo fue poco potable por ambas partes, poco acierto y poca intensidad en unos y otros, dejándose lo mejor para el irreversible final.
Pese a esos pobres porcentajes, el Baskonia se mantuvo en la pelea, aunque Markus Howard, con 2 de 14 en triples, sin duda no tuvo su día. Con una corta rotación, los de Laso empezaron tirando de Tadas Sedekerskis pero los locales fueron siempre a remolque, sin grandes diferencias con una Virtus bastante escasa también, con la intensidad de Alessandro Pajola como mejor arma.
Con todo igualado al descanso (38-38), Trent Forrest, Khalifa Diop o Chima Moneke dieron algo más a un Baskonia que amagó con escaparse, pero Shengelia lo cortó con cinco puntos seguidos. Otro amago serio fue el de Rogkavopoulos, pero ahí ya estaba el pique con un Clyburn que pareció perder la batalla. Los de Laso lograron un colchón gracias al rebote, pero la Virtus buscó el milagro anotando rápido y llevando a la línea de tiros libres al rival.
El Baskonia, en su línea de bajos porcentajes, se dejó los tiros suficientes como para que los de Ivanovic buscaran el milagro del triple, y Clyburn no solo lo enchufó sino que recibió el regalo de la falta por detrás de Moneke. El ex de CSKA o Anadolu Efes no perdonó la canasta decisiva con poco más de un segundo que no dio tiempo a los vascos para evitar otro dañino paso en falso.