Nicolás del Hierro ha publicado recientemente su primer gran poemario y viajó ayer a Toledo para presentar en la capital regional una obra cargada de cariño, de recuerdos y de buenas palabras. El poeta y escritor, nacido en Piedrabuena (Ciudad Real) en 1934, presentó en la biblioteca regional su antología de poemas ‘El Color de la Tinta’, una obra de unas 600 páginas que recorre sus 50 años dedicado a las letras.
El volumen llegó a nuestra ciudad tras visitar anteriormente el Ateneo madrileño, el pasado mes de abril, y la localidad que vio nacer al artista hace una semana.
El autor explicó que la obra está compuesta por un conjunto de poemas escritos entre 1962 y 2012, una recopilación antológica en la que enseña «lo que soy y lo que he sido». No en vano, considera que a través de sus letras los lectores pueden identificar «perfectamente todas las etapas de mi vida».
Medio siglo dedicado a la poesía y una obra «muy completa, en la que no están todos mis poemas pero sí una importante representación de mis mejores escritos».
Del Hierro agradeció la publicación a Ediciones Vitruvio, «por ser un verso libre y salirse de la apatía general con la que se acoge en estos momentos a la poesía en nuestro país».
En ‘El color de la tinta’ están representados catorce de sus libros (dos de ellos inéditos) y consiste en una obra «sociohumana» en la que queda representada «mi lucha por el hombre y por la vida».
El artista contó que su poemario realiza un recorrido vital «desde aquel joven que recuerda el pasado de una guerra que no vivió y acaba en un pensamiento más profundo del mundo».
En cualquier caso, el autor dijo no sentirse «muy identificado» con la poesía intelectual», sino que sus textos son «sencillos, directos, llenos de ritmo y de musicalidad».
El artista añadió que se siente «muy pegado a la tierra y al sentido de la vida», advirtiendo que «no empecé a escribir poemas de amor hasta los 45 años».
Junto a francisco caro. En el acto de presentación, que se convirtió en un improvisado homenaje a su medio centenario como artista, estuvo acompañado por el historiador Francisco Caro. «Quise que Paco estuviera conmigo porque es un hombre que llegó tarde al mundo de la poesía pero lo hizo con una fuerza extraordinaria que me encandiló».