La provincia de Toledo acumulaba 20.717 viviendas nuevas pendientes de venta el 31 de diciembre de 2022, apenas 243 menos que dos años antes. Se trata de la sexta provincia española con más casas por estrenar, un volumen que no se corresponde con su tamaño poblacional. Solo las provincias de Madrid y Barcelona, las dos que acumulan mayor atractivo residencial y sendos censos por encima de los cinco millones de habitantes, más las tres que conforman la Comunidad Valenciana, todas en primera línea de costa, aportan un porcentaje mayor al total de casas pendientes de un primer propietario en el conjunto de España. El 4,66% de los inmuebles que no han conocido dueño tras su construcción se ubican en la demarcación provincial.
Por otra parte, el 4,85% del parque de viviendas de la provincia de Toledo permanece a la espera de ser estrenado. Aproximadamente, una de cada 20 pisos del territorio aguarda quien lo compre. En este indicador, Toledo despunta como la segunda provincia española con más proporción de pisos nuevos que no han sido usados. Castellón, con un 5,51% del total de sus inmuebles residenciales en situación de espera, encabeza tal clasificación. En una veintena larga de provincias españolas, la dimensión de la ratio de casas nuevas vacía sobre el total del parque construido se reduce por debajo del 3%.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana subraya que «comunidades como la Comunidad Valenciana, Cataluña y Castilla-La Mancha cuentan con un elevado porcentaje de stock de viviendas, tanto sobre el stock nacional como sobre sus parques de viviendas».
Aunque la información públicada por la Administración no abunda en detalles cualitativos, la fotografía que arroja el desglose del stock por territorios apunta a la burbuja inmobiliaria como germen de un excedente que aún no se ha logrado absorber. La mayor parte de las viviendas pendientes de inauguración se sitúan en los territorios donde el sector inmobiliario gozó de mayor actividad en los primeros años del siglo XXI, tanto en las zonas costeras como en el contorno de Madrid.
Se adivinan dos factores clave para explicar la lenta asimilación de la oferta por parte de los compradores. Por una parte, aquellas promociones que se levantaron en localidades menos atractivas (generalmente, peor comunicadas y con menos posibilidades de trabajo) no gozan del favor del cliente. Por otra parte, la existencia de decenas de inmuebles en manos de entidades bancarias, incluida la Sareb (conocido, de manera coloquial, como «el banco malo»), recuerda la dificultad para vender ciertos activos que no han tenido uso previo pese a haber sido erigidos, en algunos casos, hace más de una década. En el conjunto de la provincia, la Sareb dispone de más de dos millares de inmuebles, aunque su irregular distribución municipal demuestra que la demanda de los vecinos segrega localidades con interés de otras que no lo disfrutan.
MÁS OBRA NUEVA. A lo largo del recién finalizado 2023, los precios de la vivienda se han mantenido o incrementado de forma suave en la provincia, un comportamiento que, sin el freno provocado por el alza de los tipos de interés durante el pasado año, cabe preveer alcista en los próximos ejercicios.
El mercado de vivienda disponible, además, muestra síntomas de agotamiento en algunas localidades, como en las ciudades de Toledo, Illescas y Seseña, tres de los puntos más solicitados y que más han crecido en los últimos años. La creación de nuevas viviendas en estos lugares, donde el stock se intuye escaso -o prácticamente inexistente- aparece como una solución deseable. Asimismo, los municipios próximos a estos núcleos urbanos, también atractivos dada la evolución de sus respectivos censos, emergen como escenarios en los que ampliar la oferta residencial.