La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha recordado por carta a los ayuntamientos de su territorio la obligación que tienen de vigilar los vertidos de sus bodegas en estas fechas de vendimia, para evitar que lleguen a las depuradoras desechos que puedan afectar a su buen funcionamiento. En el caso de Toledo, esta carta ha sido enviada a varios consistorios integrados en esta cuenca hidrográfica, y se les previene del hecho de que pueden ser sancionados si no controlan el cumplimiento de las normativas de vertido por sus instalaciones vinícolas.
La campaña de la CHG, que ya se desarrolló el año pasado busca prevenir la posible llegada en las aguas sucias de las bodegas de residuos semisólidos que se originan durante la transformación de uva en mosto, como los orujos. Estos residuos pueden obstruir y averiar los conductos de una depuradora, al sobrepasar su capacidad.
Los técnicos de Calidad de las Aguas de la CHG tienen previsto visar el correspondiente funcionamiento de las depuradoras, y en caso de que se detecte algún problema se abriría un expediente sancionador al Ayuntamiento responsable. Así, se recuerda que el control del uso de los colectores es de competencia municipal, y que los ayuntamientos deben autorizar los vertidos que se efectúan «en cualquier punto» de su red de saneamiento. Por ello, los municipios quedarán obligados a supervisar a sus bodegas, ya que serán responsables en última instancia si alguna de ellas genera algún problema que afecte a la depuración de aguas.
Sin riesgo.
Esta campaña no ha cogido por sorpresa a los consistorios manchegos, que por regla general cuentan con la colaboración de sus correspondientes bodegas para asegurar que los vertidos cumplan con las exigencias de la CHG. El concejal de Agricultura de Villacañas, Julio Raboso, asegura que a la red de alcantarillado de su municipio las bodegas sólo vierten «agua de la limpieza de las máquinas, igual que la que se vierte tras fregar unos platos». Raboso señala que las bodegas de su municipio nunca han planteado ningún problema de vertidos de subproductos semisólidos originados en la molturación de la uva. Recuerda que esta eventualidad además debe descartarse ya que estos subproductos tienen un valor para las bodegas, por lo que no suelen deshacerse de ellos por el alcantarillado.
Un municipio de La Mancha toledana que sí tiene un problema especial con la gestión de sus aguas residuales es Quero, cuya depuradora lleva años averiada a raíz del gran caudal de vertidos generado por la desaparecida empresa de zumos Dream Fruits. Aún así, su alcalde, Francisco Sastre, señala que la cooperativa de su municipio ha sido «avisada de que tienen que hacer un pretratamiento de sus vertidos» con el fin de cumplir la normativa en esta época de vendimias.
Quero propone ‘filtros verdes’ para sustituir la depuradora averiada.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Quero mantiene recurrida una multa de la CHG de 360.000 euros originada por los vertidos de Dream Fruits. Aunque la sanción ha alcanzado la categoría de firme, Sastre explica que un fallo formal cometido por la Confederación al notificarla ha permitido al Municipio alegar en los tribunales de lo contencioso-administrativo, por lo que aún podría ser posible su anulación.
El Consistorio confía en asegurar la depuración de su alcantarillado a través de ‘filtros verdes’ de arbolado y balsas de agua, lo que paliaría la falta de una depuradora. Sastre recuerda que, actualmente, Quero no cuenta con vertidos industriales de importancia que obliguen a contar con una instalación de depurado.