La asociación Amigos de los Conventos de Toledo organizará a lo largo del verano las Veladas del sábado en Santa Clara, un programa cultural con el que pretende divulgar la importancia espiritual y patrimonial de los cenobios, espacios amenazados por la falta de vocaciones de vida consagrada. Los eventos, que incluyen visitas, conciertos o catas, se extenderán durante una hora y media, y la recaudación -las entradas costarán 15 euros- se destinará a la conservación y el mantenimiento de los «grandes desconocidos» del patrimonio toledano.
El convento de Santa Clara se convirtió el pasado 1 de junio en la sede de la asociación. Desde esa fecha se puede visitar los sábados. Ninguna monja lo habita 2019. «Es uno de esos grandes conventos que se han quedado vacíos», cuenta Laura García, una de las responsables del proyecto ciudadano en favor de la conservación conventual. «Estas casas tienen un valor patrimonial enorme: son grandes palacios y tienen unos costes de mantenimiento inasumbibles para sus comunidades». Amigos de los Conventos contribuye económicamente con la cesión de las cuotas anuales de los sociales, 30 euros por ejercicio, los ingresos que genera el museo conventual recién instalado en Santa Clara y la recaudación que obtendrán durante los eventos de las noches de verano. Los 15 de euros que importa la entrada financian «un fondo de resiliencia» destinado a los 35 conventos de la provincia diocesana, 14 de los cuales se encuentran en la ciudad.
«Todo el que participa se convierte, de alguna manera, en mecenas del arte», detalla García. La apuesta por la difusión de los conventos favorece «que la gente los vea como algo suyo». El ciclo Veladas del sábado en Santa Clara prevé una «atmósfera sugerente y actividades variadas». Por ejemplo, el sábado 20 de julio, se celebrará una visita a «lugares que jamás se han abierto» del convento; además, habrá un microconcierto en el patio de los naranjos.
La asociación toledana cuenta con 180 socios y aspira a alcanzar los dos centenares antes del final del verano. Las diez personas que constituyen el equipo facilitador gestionan los proyectos de la entidad. Francisco Márquez, su coordinador, agradece el apoyo que «múltiples instituciones» tanto públicas como privadas han brindado a las intenciones de la institución. «Tiene que ser una labor de todos».
El problema de la despoblación en los conventos «escapa» a las posibilidades de la asociación. Sin embargo, apuntan la conveniencia de aligerar los trámites de extranjería para propiciar la llegada de novicias procedentes de Asia, África o América. Desde la fundación de la asociación, el pasado mes de febrero, han fallecido cinco monjas en diferentes conventos de Toledo.