Los toledanos escogen playa, turismo rural y Europa oriental

Á. de la Paz
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Las empresas dedicadas a la organización de viajes turísticos celebran la mirada de los clientes hacia las vacaciones. «Son una necesidad que se ha consolidado, no un capricho»

Veraneantes disfrutan de una estancia en una casa rural de la provincia de Guadalajara. - Foto: Javier Pozo

Las agencias de viajes encaran con optimismo el aluvión de reservas que se produce en estas fechas. La buena respuesta de los clientes anima al sector. Las vacaciones de verano son «una necesidad que se ha consolidado», apunta Jesús Vicente Arinero, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes. «A pesar de la subida de precios» en el alojamiento y la restauración, una constante desde el final de las restricciones por la pandemia, el consumidor concibe el periodo de asueto estival como un imperativo que cumplimentar cada año, no tanto como «un capricho».

El volumen de paquetes contratados se aproxima al de los niveles que se alcanzaron antes de la pandemia. El encarecimiento de los principales servicios de ocio implica, en algunos casos, la reducción del tiempo de vacaciones. Los «quince días» que muchos disfrutaban han menguado, en algunos casos, hasta «la semana o los cinco o seis días». En cualquier caso, el cliente mantiene su intención de marcharse en estas fechas a otros lugares diferentes al de la residencia habitual. El segmento de sol y playa, uno de los más adquiridos en verano, mantiene su atractivo. «El cliente no se priva de eso», apunta Arinero.

Los profesionales de las agencias de viajes establecen dos grandes grupos de consumidores según sus edades y nivel de gasto. Los mayores de 50 años, una cohorte con más tiempo disponible, tienen entre sus apuestas más habituales los circuitos culturales, las visitas por Europa y los búsqueda de países «más competitivos» y con un cierto punto de exotismo, tales Albania, Rumanía y Hungría. Por su parte, entre los clientes de agencias de viajes más jóvenes se detecta un mayor interés por «otras formas» vacacionales, como el alojamiento en albergues o el cada vez más demandado Camino de Santiago. También se consolida entre los viajeros de edades más tempranas el turismo rural, una alternativa que en la región tiene en los espacios de naturaleza y montaña, como las sierras de Albacete y Cuenca o la zona norte de Guadalajara, sus lugares preferidos.

«Hay opciones para todos los bolsillos», subraya Arinero. Las agencias de viaje, tradicional puerta de acceso al mundo vacacional, compiten con las emergentes plataformas online y otras fórmulas de contratación de experiencias turísticas. Desde el sector defienden su conocimiento del mercado y de las diferentes opciones existentes, además del trato personalizado al cliente, como garantía de su buen hacer.

LOS DESTINOS PREFERIDOS. Los viajeros que deciden disfrutar sus días de recreo en España escogen, de forma mayoritaria lugares con playa. Las estancias en Benidorm, la Costa Dorada catalana o las andaluzas costas del Sol y de Huelva son los enclaves más solicitados. Asimismo, Arinero detalla un creciente interés por litorales septentrionales como Galicia o Cantabria, un espacio donde las temperaturas frescas son rutina.

Entre quienes escogen una estancia en otros países, Arinero detalla la importancia ganada por el mercado de la Europa oriental. Además, refiere cómo Finlandia se ha convertido en uno de los territorios foráneos con más atractivo; entre otras razones, por su peculiar sol de medianoche, vivido hace escasas fechas, o sus paisajes de bosques y lagos.