Tras conquistar el pasado domingo su segundo Indian Wells consecutivo, Carlos Alcaraz (n.2) firmó este sábado un debut prácticamente perfecto en el Miami Open y superó en segunda ronda al también español Roberto Carballés (n.64) por 6-2 y 6-1 en una hora y 25 minutos.
Alcaraz, como cabeza número 1 del torneo por la ausencia de Novak Djokovic (n.1), no tuvo que jugar la primera ronda de este Masters 1.000 y se enfrentará en el siguiente cruce al vencedor del partido entre el francés Gael Monfils (n. 47) y el australiano Jordan Thompson (n.34).
Al murciano se le da especialmente bien jugar contra españoles, ya que suma 11 triunfos consecutivos en duelos contra sus compatriotas.
La última vez que perdió con un español al otro lado de la red fue en semifinales de Indian Wells en 2022 con una derrota ante Rafa Nadal.
A diferencia de su dubitativo estreno en Indian Wells, donde cedió el primer set ante el italiano Matteo Arnaldi (n.38) y luego selló una remontada impactante, Alcaraz sacó la apisonadora en Miami desde el primer punto. Lo sufrió en primera persona Carballés, que perdió el servicio con el que descorchó el partido.
Con una confianza por las nubes, el de El Palmar mostró de nuevo el magnífico tenis que le llevó a volar en Indian Wells brillando con su derecha, su servicio, subiendo a la red, defiéndose con uñas y dientes cuando tocaba...
Poco o nada podía hacer Carballés ante una versión así de Alcaraz, que rompió una vez más el servicio a su rival y que cerró el set inicial por 6-2 tras 38 minutos de monólogo.
La lluvia había dado un respiro en Miami aunque la humedad era elevadísima, tanto como el impecable nivel de Alcaraz sobre la pista: el pupilo de Juan Carlos Ferrero parecía tener prisa y con una derecha paralela como un trueno rompió el servicio de Carballés nada más arrancar la segunda manga.
El granadino, que cumplía hoy 31 años, no bajó los brazos y se sacó de la chistera algunos golpes preciosos, pero incluso cuando llevaba la iniciativa y controlaba el peloteo Alcaraz, con algunas defensas fabulosas, le obligaba a uno o más esfuerzos extra para llevarse el punto.
En uno de ellos, Carballés incluso acabó sonriendo como si no pudiera creer todo lo que era capaz de devolver Alcaraz.
Anécdotas aparte, Alcaraz, gustándose sobre la pista, metió la directa con otro 'break', no perdió su servicio en toda la velada y finiquitó el partido por la vía rápida desde el resto.