Cada día, la ciudad de Toledo abre sus puertas a los miles de turistas que buscan en la capital regional una experiencia única. En cada rincón, un encanto, una fusión de cultura, arte e historia que se despliega de manera magnífica.
Los monumentos, con su arquitectura impresionante, actúan como testigos silenciosos de las innumerables historias que han dejado su huella a lo largo del tiempo.
Toledo, por derecho propio, se convierte en el escenario donde las culturas se entrelazan, una diversidad especial en la que los visitantes se sumergen en la profunda historia que la ha moldeado a lo largo de los años.
Los restos arqueológicos en la iglesia del Salvador son visitables. - Foto: David PérezCon el propósito de sumergirse en la rica historia, nace la pulsera turística que abarca siete lugares destacados y llenos de historia. Desde las Doncellas Nobles, el sitio elegido por ellas para completar su educación exquisita, hasta Santa María la Blanca, una antigua Sinagoga Mayor de Toledo, que es uno de los monumentos más hermosos de la judería toledana.
Esta pulsera, disponible por solo 12 euros, proporciona una experiencia única. Además, durante una semana completa, desde la fecha de compra, se podrán explorar lugares llenos de historia. La duración generosa permite disfrutar de cada lugar al propio ritmo de los turistas, ya que se podrá realizar una visita por monumento. Incluso, se facilita la adquisición de la pulsera turística, puesto que se puede comprar en cualquiera de los siete monumentos. Solo es necesario acudir al lugar que mejor se ajuste al itinerario y adquirirla para comenzar el fascinante viaje a través de la historia.
Un viaje con parada en la Iglesia del Salvador, la gran desconocida. A pesar de encontrarse en uno de los puntos más transitados del centro histórico, esta pequeña joya es desconocida para muchos. En este rincón de la judería de Toledo, las diversas civilizaciones que han habitado la ciudad han dejado su huella a lo largo del tiempo.
«Lo que maravilla de esta iglesia es la pilastra visigoda que tiene. Es una iglesia que ha servido para distintas culturas, por lo que se ha ido reconstruyendo y han ido apareciendo todas las partes previas a ser iglesia, la parte que fue mezquita», apunta Ángel Camuñas, párroco en Toledo.
Su pilastra visigoda es una de las piezas más antiguas que exhiben cuatro escenas significativas de la vida de Cristo. Pude distinguirse por su mayor tamaño y actitudes: Curación del Ciego, Resurrección de Lázaro, Cristo y la Samaritana en el pozo y Curación de la Hemorroísa.
Uno de los grandes detalles desconocidos que atesora la Iglesia del Salvador, es que «fue el lugar donde se bautizó Juana La Loca», conocida también como Juana I de Castilla.
Entre sus obras más característica también destaca su Capilla Mayor, presidida por un pequeño retablo que data de mediados del siglo XVI, creado por Nicolás de Vergara el Viejo y Bautista Vázquez. Este retablo exhibe escenas de la infancia de Cristo y la vida de la Virgen, exaltando a la Madre del Salvador.
Una Iglesia del Salvador que cada día recibe a decenas de turistas curiosos por sus maravillas que custodia con cariño. En total, el número de visitas a este monumento en 2023 ascendió a 141.327 personas, superando las 800 con tickets gratuitos o de promoción.
Un lugar especial, un tesoro que oculta la milenaria ciudad de Toledo.
Las excavaciones arqueológicas, realizadas hace algunos años, brindan la oportunidad de explorar el subsuelo de Toledo, revelando numerosos secretos que aguardan su descubrimiento.