El nuevo contrato de depuración de las aguas residuales está dando más de un dolor de cabeza en el Ayuntamiento, ya que la licitación que comenzó en abril aún no ha concluido, a pesar de que recientemente se había adjudicado a la empresa Facsa Castellonense, porque el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales ha estimado el recurso que planteó FCC Aqualia, licitadora y actual concesionaria, y obliga a retrotraer la licitación a la valoración de ofertas.
Las circunstancias han obligado al equipo de Gobierno municipal a tomar dos decisiones importantes que afectan a este ámbito. La primera de ellas guarda relación con el servicio en sí, con lo que se llevó a la Junta de Gobierno Local del pasado 17 de diciembre el incremento de crédito para que Aqualia siga gestionando la depuración de aguas residuales, y se estima una cuantía de 152.299 euros, aunque no se especifica si será suficiente hasta que se adjudique el contrato.
En este caso concreto, se trata del segundo incremento del crédito, ya que hubo que habilitar una partida de poco más de un millón de euros para hacer frente a la suspensión cautelar del contrato ordenada por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales tras el recurso de Aqualia contra la adjudicación del nuevo contrato a Aqualia. Por tanto, desde el pasado 16 de octubre el servicio se mantiene con este montante aprobado.
De momento, se desconoce si elAyuntamiento tendrá que destinar más dinero extra al servicio o será suficiente con los dos créditos aprobados, puesto que aunque la resolución del tribunal ha echado para atrás la adjudicación del nuevo contrato y obliga a retrotraer la licitación para continuar con el proceso administrativo puede que encarrilar el nuevo contrato exija más tiempo de lo previsto.
Pasos a seguir. La segunda decisión adoptada recientemente por el equipo de Gobierno municipal guarda relación directa con la resolución de este tribunal administrativo. El Ayuntamiento recibió hace días el fallo, pero como ha explicado su portavoz, Juan José Alcalde, existen dudas sobre cómo llevar a cabo la ejecución de esta resolución y se ha solicitado una aclaración al tribunal y aún no se ha recibido.
Según se desprende del acta de la Junta de Gobierno Local, el servicio jurídico municipal considera imposible retrotraer el expediente al momento de valoración de las ofertas en relación a los criterios subjetivos porque cuando se procede a esta valoración «se ha desvelado el secreto de las proposiciones».
Por tanto, los abogados municipales consideran más viable retrotraer la licitación a la valoración de los criterios matemáticos o incluso al de la clasificación de ofertas.
Además, también se ha planteado una segunda duda para que este tribunal la despeje lo antes posible, ya que el Ayuntamiento desconoce si una vez que la administración cumpla con lo que se plantea y retrotraiga la licitación, las empresas del concurso pueden interponer otro recurso especial en materia de contratación ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.
A la espera de la respuesta del tribunal, el servicio de depuración, que en principio se adjudicó a Facsa por 41,3 millones de euros, lo seguirá gestionando Aqualia, la empresa que ahora queda en primer lugar en el concurso una vez levantada la suspensión cautelar del mismo y resuelto el recurso.
Valoraciones económicas. El contrato de depuración de aguas residuales aún continúa con muchos interrogantes a pesar de la resolución del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. Lo único inamovible es la exclusión de la reciente adjudicataria, Facsa-Castellonense, por incumplir el pliego de condiciones al aportar una serie de mejoras que no se solicitaban.
Una vez descartada Facsa, la carrera por la adjudicación vuelve a activarse y, en principio, Aqualia, la actual concesionaria del servicio es la mejor posicionada porque quedó como segunda clasificada. Sin embargo, se desconoce si el equipo de Gobierno municipal seguirá este criterio porque aún no tiene claro si tiene que retrotraer el expediente al momento de valoración de las ofertas o las valoraciones por criterios matemáticos.
En cualquier caso, la oferta económica suele ser fundamental a la hora de conseguir el concurso. De hecho, la propuesta de Facsa era la más rentable y el Ayuntamiento le adjudicó el contrato recientemente por 41,3 millones de euros.
Si bien, no ocurre lo mismo con Aqualia a pesar de haber conseguido el segundo puesto en la clasificación, dado que esta empresa presentó su oferta por 44,7 millones de euros, cerca de 3,5 millones más cara que la de Facsa.
En esta línea, la licitadora que más se acerca a la oferta económica de Facsa es Sacyr, en cuya documentación subraya que prestaría este servicio municipal por 41,9 millones de euros, 629.000 euros de diferencia respecto a la que resultó adjudicataria. En el extremo contrario se sitúa Aquambiente, con la oferta más alta, 48.850.332 euros.