La deuda viva de los ayuntamientos de la provincia asciende a 142,2 millones de euros. La factura acumulada a fecha de 31 de diciembre de 2023 se incrementa respecto al cierre del ejercicio anterior, cuando la suma de los pagos pendientes se elevaba hasta los 124 millones. El repunte alcanza el 14,7% en el último año y rompe una tendencia de fondo favorable.
El dato correspondiente al último ejercicio anual contrasta con el de 2013, un decenio atrás, cuando los consistorios toledanos adeudaban un total de 277,7 millones. En este periodo, el agujero en las cuentas de los municipios de la provincia ha menguado casi a la mitad (48,8%), un recorte que confirma el mayor rigor que se impuso en las administraciones públicas tras la crisis económica que comenzó en 2008 y se prolongó durante varios ejercicios.
La ciudad que más dinero debe es Talavera, con unos 40,4 millones por devolver. Se trata de una cantidad similar a la de 2013, cuando la ciudad de la cerámica rozaba los 38,2 millones de adeudo. En 2018, ejercicio que supone un lustro de diferencia respecto al último año fiscalizado, la deuda viva talaverana era de 31,6 millones. Actualmente, la segunda ciudad más poblada de la provincia reúne el 28,8% del total de la deuda municipal.
El segundo municipio con un mayor volumen de débito es Ocaña, con 22,3 millones pendientes de devolución. El dato resulta especialmente llamativo si se compara el tamaño poblacional de este municipio (13.868 habitantes) con otros con padrones similares, tales Torrijos, Fuensalida o Yuncos, lugares con obligaciones menos cuantiosas. En 2013, el Ayuntamiento de Ocaña adeudaba 13,9 millones; en 2018, la factura alcanzaba los 11,3 millones.
En el caso de Toledo, la deuda viva del Ayuntamiento se sitúa en los 10,7 millones. Se trata de un montante mucho más bajo que el que tuvo la capital regional hace diez años, cuando su pella se estiraba hasta los 60,7 millones. El número de habitantes de la ciudad imperial es semejante al de Talavera; sin embargo, el saldo deudor de cada uno de los dos núcleos es dispar y confirma la primacía económica de Toledo, una urbe con menos paro, más renta y mayor crecimiento residencial reciente que la ciudad vecina aguas abajo del Tajo.
Dos localidades sagreñas se ubican como la cuarta y quinta según la deuda de sus consistorios en el conjunto de la provincia. Se trata, respectivamente, de Carranque y Ugena, dos municipios colindantes. En el caso de Carraque, este pasivo llega hasta los 8,2 millones y prolonga una condición recurrente a lo largo del tiempo: en 2013, la deuda se estimaba en 7,3 millones; en 2018, llegaba a 9,9 millones. Por su parte, el agujero de Ugena llega a 4,9 millones. La evolución de este indicador muestra una trayectoria ascendente: debían 1,5 millones en 2013 y 2,4 millones en 2018.
Madridejos, localidad de la Mancha toledana, ocupa la sexta posición según el tamaño de su deuda. Son 4,7 millones los que su ayuntamiento debe. Por su parte, la deuda de Quintanar de la Orden roza los 3 millones; en Consuegra es de 2,1 millones; en Mora, 2 millones; y en Sonseca, 1,4 millones.
La ciudad de Illescas, la tercera más poblada de la provincia, no tiene deuda alguna. En la misma situación de solvencia se encuentran otros 89 ayuntamientos toledanos; entre otros, Yuncos, Villacañas, Bargas, Esquivias, Añover de Tajo o Corral de Almaguer.
DEUDA POR HABITANTE. La ratio entre habitante y deuda viva de su ayuntamiento permite clarificar el estado financiero de las respectivas administraciones municipales. En el caso de la provincia, Puerto de San Vicente, una pequeña localidad jareña situada en el extremo suroccidental de la geografía toledana, la relación alcanza su mayor cuantía. El Consistorio de este pueblo debe 534.000 euros, mientras que el número de empadronados asciende a 162 personas; por tanto, la deuda por vecino asciende hasta los 3.354 euros.
Una situación similar se da en El Campillo de La Jara, otro pequeño municipio de la comarca homónima. En este caso, la ratio se sitúa en los 2.833 euros. En Ocaña y Carranque, corresponden, respectivamente, 1.610 y 1.551 euros de deuda municipal per cápita.
DIPUTACIÓN PROVINCIAL. La deuda viva de la Diputación de Toledo rozaba los 13,6 millones al cierre de 2023. La evolución estadística de esta masa refleja una notable moderación en los últimos años. En 2022, el saldo pendiente acariciaba los 19 millones. En 2018, la cuantía a devolver era de 15,1 millones, mientras que en 2013, en plena crisis económica, el montante alcanzó los 109 millones.