El talaverano Andrés García Boñal acaba de publicar su primer libro, Karman, basado en el cortometraje de su autoría y con el que comparte título. La novela recoge la historia de Drú, un  joven con buenos recursos al que le cambia la vida personal y profesional tras ser despedido, motivo por el que recibe la ayuda de un monje del Tibet, recibiendo una prenda mágica con la que puede acelerar el karma.

El 'hombre Karma' es una especie de superhéroe que acelera el karma en todo lo que toca, transformando la energía y la fuerza en positiva o negativa atendiendo a la actividad pasada del que lo recibe. Es decir, «si el  karma es bueno, las consecuencias serán buenas, si es malo, saldrán cosas malas», explica el autor del libro.

Pero Karman no es un héroe físicamente dotado sino que su verdadero poder reside en reside en la capacidad de equilibrar las escalas del karma.

Así, si el karma es entendido como las acciones juzgadas por nuestro alma, todos los que se crucen con el protagonista del libro deberán ser sentenciados acorde a su actividad pasada, evidenciando si su forma de actuar ha sido o no la adecuada.

El superhéroe realiza su trabajo a favor del bien en la megalópolis NeoCrisis, un hervidero de conflictos donde comenzará a impartir justicia buscando un equilibrio hasta ahora ausente, no solo contra los villanos físicos sino también para desentrañar y acabar con la corrupción y desigualdad desde su más profunda oscuridad.

Su alter ego y creador, García Boñal, es una persona con inquietudes, no solo artísticas, con la creación del corto y la novela fantástica, sino que le gusta investigar sobre los enigmas que deja la ciencia, la metafísica o Jesús de Nazaret, e incluso ha creado algún invento.

Fue en 2018 cuando el talaverano dio forma al cortometraje que ha servido ahora de base para el libro, proyecto que le encantaría ver en  pantalla grande.

El libro, editado por Acacia, reúne también imágenes tipo cómic con secuencias del corto rodado también por el talaverano, lo que hace más amena su lectura.

García Boñal confía en la energía universal y desea que la lectura de las aventuras y desventuras de Karman «hagan aflorar la imaginación, las buenas energías y las fuerzas» en todos los lectores. Y es que, recuerda, «la energía está en todos lados».