«Porque es necesario «reivindicar el orgullo, visibilizarlo frente a los comentarios jocosos, que son pura homofobia». Rafael Villena Espinosa, comisario (junto a Esther Almarcha) de la muestra ‘Un orgullo necesario. Algunos hitos históricos contra la homofobia’ fue tajante a la hora de presentar un recorrido expositivo «que no parte de la nada». No lo es porque oferta «un relato histórico» de los distintos momentos -de expansión y represión- sufridos por personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en todas las épocas y continentes.
Esta realidad dolorosa y demoledora se torna «recordatorio, explicación y llamada de atención» en un paseo que, en el patio de la Facultad de Humanidades hasta el próximo 30 de mayo, es radiografía de un mundo -y un país- en el que existe «homofobia de Estado y homofobia social» aunque, y aquí está lo bueno, «en España debemos sentirnos orgullosos porque posee leyes de igualdad». Protección que, sin embargo, se revuelve a pie de calle al confirmarse que, por ejemplo en Madrid, se registran al año «345 agresiones homófobas». A ello se suman las declaraciones que, desgraciadamente, se escuchan por parte de quienes «quieren mandarnos a la Casa de Campo como su fuéramos bestias» o afirman «que no porque es una zona para las familias, como si no fuéramos familia o no la tuviéramos».
Y es que la evidencia es más que sorprendente en el país, pero se contempla salvaje cuando se pronuncia en alto -como lo hizo Villena- que «en 72 países amar a una persona del mismo sexo es delito», o que la pena de muerte por actos sexuales consentidos entre personas del mismo sexo se impone en seis Estados miembros de la ONU.
Un Orgullo necesario - Foto: David PérezPero la vergüenza deberían ampliarse al denotar que 32 Estados tienen leyes que restringen la libertad de expresión en cuestiones de orientación sexual e identidad de género, y que 41 plantean barreras para la formación, el establecimiento o el registro de ONG relacionadas con la orientación sexual.
Con esta información entre las manos, y ante la importancia de luchar contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia en el ámbito educativo, ha querido Villena trazar un recorrido en el que se exhibe cada uno de los hitos experimentados -en horizontal los positivos y en vertical los nefastos- por un movimiento que todavía está en la cuerda floja, porque «hay homofobia en 2019».
De ahí que la negrura de esta certeza se explicite en ejecuciones, en enfermedad -Sida-, y en represión. De ahí que también se ofrezca el alto el fuego con el arranque del Orgullo -en 1969-, con la visibilización y movilización -1950/1965-, o con la escena pública y la condena -1869/1895. Junto a estos paneles perfectamente idenficables cabe destacar el apartado dedicado a las primeras publicaciones realizadas por estos movimientos. La primera, ‘Der Eigene’ (‘Lo propio’), revista gay nacida en 1896 que se publicó hasta 1932, y que fue editada por Adolf Bran. A su lado, la portada de ‘Die Freundin ( ‘La amiga’) que empezó a publicarse en 1924 y que fue un exitoso semanario lésbico.
En el centro del patio, y a modo de unión esencial de todo el paseo, se oferta una selección bibliográfica de los estudios de identidad de género que se han centrado en el análisis de este movimiento social. Finalizó el comisario dedicando la muestra a «a todas las niñas y niños transexuales que sufren o han sufrido acoso escolar».