La alcaldesa de La Estrella, Mónica González, sonreía hoy exultante mientras protagonizaba un vídeo junto a un cajero automático. La joven veinteañera extraía dinero en su pueblo el día del estreno del dispensador, 50 años después del aterrizaje del primero en España, concretamente en la ciudad de Toledo. Se trataba de una demanda histórica de la localidad jareña, satisfecha por la entidad bancaria Caixabank.
Mónica y su equipo de Gobierno, formado por otras cuatro jóvenes, registraron quejas en la entidad desde el año pasado. Caixabank dispone de una sucursal en el municipio, pero no abre diariamente. De esta manera, los vecinos debían desplazarse a El Puente del Arzobispo, a 14 kilómetros de distancia, para obtener dinero en metálico fuera del horario de la oficina. La opción de La Nava de Ricomalillo, a 12 kilómetros, quedaba descartada por el pésimo estado de la carretera.
La entidad instaló el cajero hace dos semanas y funciona desde hoy en la sucursal de la calle Cañadilla. La decisión evidencia el tirón de estos pueblos muy deshabitados en invierno, pero con una afluencia extraordinaria durante el verano. Los 335 empadronados habituales engordan a 2.500 habitantes durante el periodo estival, procedentes principalmente de la Comunidad de Madrid. "Y tenemos los mismos medios en verano que en invierno", apunta Mónica sobre la dimensión de los servicios municipales.
"Estamos muy contentas y agradecidas", afirma sobre el equipo de Gobierno. Especialmente, destaca el trabajo de la directora de banca de instituciones de Caixabank en Toledo, Mayka Díaz.
"Para nosotros es crucial. Mejora la seguridad y la calidad de vida. Es una necesidad primordial. Es maravilloso", enfatiza esta alcaldesa veinteañera, encantada con el primer cajero automático de uno de los municipios más castigados por la despoblación en la provincia de Toledo.