Los políticos dan «la callada por respuesta» a las demandas de los regantes afectados

Jorge Fraguas
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La Confederación Hidrográfica del Tajo o la Consejería de Agricultura han sido algunas de las puertas a las que han llamado sin obtener respuesta satisfactoria en ningún caso

Los políticos dan «la callada por respuesta» a las demandas de los regantes afectados - Foto: Yolanda Redondo

Con el objetivo de lograr los apoyos suficientes para tratar de solucionar la situación que afecta a los regantes de La Sagra-Torrijos, la comunidad ha solicitado varios encuentros con representantes políticos para ver de qué manera -no en vano la CHT depende del Gobierno central- se puede llegar a un acuerdo que satisfaga a todas las partes, pero lo único que se ha obtenido por el momento es «la callada por respuesta», dicen los afectados.

La Confederación Hidrográfica del Tajo o la Consejería de Agricultura han sido algunas de las puertas a las que han llamado estos agricultores sin obtener respuesta satisfactoria en ningún caso. Siendo ya Jesús Labrador delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, mantuvo un encuentro con los alcaldes de los pueblos afectados, y aunque hubo buenas palabras, siguen sin aportarse soluciones que palien, al menos en parte, la impotencia de unos agricultores, en su mayoría mayores, que tienen que hacer frente a los gastos de un proyecto que se fraguó hace más de 30 años.

Entonces, recuerda la comunidad, en aquel debate de las Cortes regionales del año 1988 el PP pedía un plan de viabilidad que garantizara de alguna forma que las cuotas iban a ser asumibles y, sobre todo, que iban a permitir que pese a afrontarlas se obtuviera el beneficio esperado. Pero ahora, agrega el colectivo, los ‘populares’ parece que se están desentendiendo de esa postura que mantenían a finales de los 80.

Recuerdan que esos años se contaba con unas subvenciones que ya no existen -sin contar con que los precios de los productos apenas han variado-, pero que podrían resultar fundamentales para animar a los profesionales a adherirse a la transformación del secano, sin olvidar que durante todos estos años no se han podido registrar las tierras como regadío, impidiéndose, por tanto, obtener el rendimiento oportuno de la PAC (Política Agraria Común), elementos éstos que vienen a repercutir aún más en lo negativo de este asunto.