El arzobispo de Toledo se retrotrajo al 14 de junio de 1979, fecha de inicio de su vínculo con una solemnidad de la que se reconoció ferviente admirador. «Yo amo el Corpus de Toledo», dijo hasta en tres ocasiones Francisco Cerro, pregonero de la fiesta mayor de la ciudad, quien se sirvió de una expresión que don Marcelo, entonces titular de la Iglesia metropolitana, empleó durante su homilía en la catedral en aquella mañana. El actual titular diocesano era entonces seminarista. «Solo la Providencia podía imaginar que aquel muchacho llegado de Extremadura estaría haciendo el pregón del Corpus de 2024», aseguró.
Cerro admitió como un «reto» el anunciar la llegada de la celebración más querida para los toledanos desde un abarrotado Teatro de Rojas. El titular diocesano describió a la fiesta de la eucaristía como un compendio de «fe, tradición y entusiasmo», tres atributos que distinguen la presencia del cuerpo y la sangre de Jesucristo en las calles de una ciudad que vive con «asombro y respeto» su día solemne.
El pregonero pidió a los fieles «no dejarse arrebatar ni robar nuestras fiestas» y definió a la eucaristía que pasea por los calles como una «llamada a la alegría del corazón creyente» que es al mismo tiempo un «memorial de la pasión, del dolor y los pequeños dramas de cada ser humano». Cerro elogió una «celebración vibrante que se actualiza», elogió el «respeto cariñoso» que se transmite y se enriquece con nuevos elementos y saludó las muestras de fe «en la presencia viva y real» del Salvador en la comunión.
«Fe, tradición y entusiasmo», el Corpus según Francisco Cerro - Foto: Ayto. Toledo«La simpar custodia de Arfe es Dios en el camino», aseguró. Además del primer Corpus, aquel de 1979 con Juan Ignacio de Mesa en la alcaldía, don Marcelo en el arzobispado y san Juan Pablo II en el Vaticano, Cerro recordó los que celebró como párroco en los años ochenta. Casi cuatro décadas regresó a Toledo; aquel 2020, sin embargo, quedó marcado por la irrupción de la pandemia, una circunstancia que impidió el desfile procesional.
El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, agradeció las «sabias palabras» proferidas por el arzobispo durante el pregón. «Han capturado la esencia de lo que significa esta fiesta para nosotros», dijo el primer edil. El regidor remarcó el peso histórico de un hito que hunde sus raíces en la Edad Media y que vecinos y visitantes renuevan en cada ocasión.
La presidenta de la Diputación, el delegado provincial de la Junta, varios concejales de la Corporación municipal y representantes del mundo empresarial, judicial, militar y policial participaron del pregón que anticipa la inminente llegada del Corpus a Toledo.