Gonzalo Pérez de Vargas dio una lección de deportividad durante el partido de la tercera jornada de la primera fase del Mundial de Balonmano, que se disputa en Noruega, en el que la selección española acabó empatando con Suecia (29-29), para pasar a la siguiente fase.
El rival Hampus Wanne se sacó un lanzamiento de siete metros que acabó impactando en su cara. De hecho, el colegiado, en aplicación del reglamento, iba a mostrar la tarjeta roja al jugador sueco, pero intervino Pérez de Vargas, que le explicó que le acabó dando en el rostro por un rebote de su propia mano.
Su compañero de equipo en el FC Barcelona le agradeció al portero su gesto, ya que pudo seguir jugando en el partido. Gonzalo Pérez de Vargas resultó fundamental para los Hispanos, que acabaron igualando un resultado que se puso muy a favor de Suecia durante la primera parte.
Sin ir ni siquiera a revisarlo en el sistema de videoarbitraje para encontrar una opinión más, los árbitros dieron por buena la exculpación de Pérez de Vargas, y dejaron sin validez una posible sanción, que puede ir desde la exclusión de dos minutos hasta la tarjeta roja, dependiendo del contexto de la acción.