La Catedral Primada ha acogido este domingo, 17 de noviembre, la VIII Jornada Mundial de los Pobres, que ha comenzado con la celebración de la Santa Misa, presidida por el arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves. Posteriormente ha tenido lugar una ruta catequética por las imágenes de la Virgen María en la Catedral y después, en el claustro, se ha celebrado una comida en la que han participado unas 200 personas y ha colaborado unos veinte voluntarios.
La VIII Jornada Mundial de los Pobres lleva por lema "La oración del pobre sube hasta Dios" (cfr. Si 21,5) y nos ha invitado a poner la mirada hacia los pobres, escuchar su voz y que no les falte nuestra cercanía. El arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves, ha explicado que el objetivo de esta jornada es "rezar, compartir esperanzas, sufrimientos y también disfrutar de momentos con las personas más necesitadas". Ha recordado que el Papa Francisco con esta jornada pretende que los pobres y necesitados entren en nuestra comunidad y en nuestra vida, porque "la Iglesia os quiere y os acoge en tantas pobrezas para que os sintáis en casa".
Don Francisco ha comentado que "es una jornada para que acojamos y nos sintamos todos dentro de la Iglesia, unidas a los pobres y los que sufren dejándonos evangelizar por todos los que viven en todas las periferias". Asimismo, el arzobispo de Toledo ha comentado que "en esta Jornada, y así lo volveremos a recordar en el Adviento, tenemos que vivir siendo peregrinos de esperanza, sabiendo que la Esperanza es Jesús".
También ha reiterado el agradecimiento a las instituciones y los voluntarios del Área de Caridad de la Archidiócesis, Hermandades y Cofradías, así como diáconos permanentes por "compartir su vida con los más necesitados haciendo tanto bien, y que trabajan desde la cercanía y el amor a los sufrientes".
En esta VIII Jornada Mundial de los Pobres han participado voluntarios de las Cofradías de la Santa Caridad, de Cristo Redentor, de la Esclavitud de la Virgen del Sagrario, del Descendimiento, así como voluntarios de Cáritas Diocesana de Toledo y los diáconos permanentes. Después de la Eucaristía, todas las personas participantes han hecho un recorrido sobre "La imagen de la Virgen María en la Catedral Primada", que contó con la explicación en diferentes grupos de guías oficiales. Al finalizar, en el Claustro de la Catedral, se celebró por cuarto año consecutivo, gracias al Cabildo de la Catedral Primada, una comida compartida entre todos los asistentes, unas 200 personas, que ha contado con la colaboración de personas voluntarias de las delegaciones del Área de Caridad y Acción Social, coordinados por Cáritas Diocesana de Toledo.
Nuevamente, en esta edición, desde la Residencia Santa Casilda, las cocineras prepararon el plato principal, una paella, contando con donaciones de empresas colaboradoras de Cáritas y con el postre donado por la Esclavitud de la Virgen del Sagrario, que ha querido festejar su centenario en esta Jornada, y del Obrador Santo Tomé de Toledo.