Ignoraba Pedro Vega que con 41 años iba a encontrar un estado de forma tan bueno que le permitiese seguir conquistando títulos nacionales. Desde su entrada en la categoría Máster, el atleta de Guadamur se ha subido al primer cajón del podio en 20 ocasiones en Campeonatos de España. La cosecha se incrementa con el resto de medallas, hasta un total de 34.
«Llega un momento en el que tienes que buscar alicientes a ganar fácil o participar en las populares», reconoce el corredor. De hecho, está percibiendo que el nivel se ha incrementado en la categoría M40 respecto a su experiencia en la anterior, M35. Sin embargo, que se le vaya conociendo, provoca que muchos corredores ya cuenten con sus triunfos, y eso resta competitividad a sus participaciones.
Por eso, ahora mismo, el guadamureño ha encontrado la motivación en los récords. «Es algo que me llama más la atención que ganar, ir consiguiendo los mejores tiempos de los campeonatos», explica. De hecho, se ha apoderado de seis récords de las nueve distancias en las que es campeón de España: 1.500, 3.000, 5.000, 10.000, milla en ruta, milla en pista, 5 kilómetros en ruta, 10 kilómetros en ruta y cross.
La victoria que recuerda con más ilusión es la de los 5 kilómetros en ruta, en la que superó a Jesús España. «Nos llevamos genial, y tenemos un pique sano, así que fue lo máximo ganar a quien había sido mi ídolo de siempre», dice el atleta toledano, que ahora quiere arrebatarle el récord nacional de los 3.000 metros. Y lo intentará este fin de semana en una prueba en Cáceres, aunque es consciente de que las últimas citas le han dejado «algo cascado».
Lo que sí puede confirmar Pedro Vega es que, según ha ido cumpliendo años, se ha encontrado «más en forma». No sabe hasta cuándo le durará «la gasolina», pero, a día de hoy, sigue buscando desafíos para los próximos meses. Esta temporada tuvo uno que no salió como esperaba, y eso que le obligó a sacrificar otros campeonatos.
Participó en el Maratón de Sevilla, pero una lesión en el pie le impidió «disfrutar de la preparación». Una vez en carrera, no acabó de encontrar las buenas sensaciones, sobre todo en la parte final. «lo terminé, porque en realidad no sentía dolor, ya que soy capaz de abstraerme de lo que sienta mi cuerpo, se me duerme todo, pero luego es como si me quitasen la anestesia», explica. 2 horas y 19 minutos fue su tiempo final, por encima de lo esperado, aunque Ricardo Ortega, exatleta y amantes de las estadísticas de la prueba de Filípides, le dijo que se había apoderado del récord de Toledo en atletas mayores de 40 años.
De aquí a finales del verano, tras unas merecidas vacaciones, el atleta guadamureño tiene pensado participar en la Behobia-San Sebastián. Fue invitado por la organización el año pasado, y acabó quinto, así que ha vuelto a recibir la llamada. No parece que vaya a acudir finalmente al Campeonato de Europa Máster de septiembre, en Pescara (Italia), por el trabajo y porque el gasto es elevado. No descarta 'escaparse' a alguna prueba concreta, pero está por ver.