El servicio de estacionamiento regulado de vehículos en la vía pública comenzará a funcionar en Talavera bajo gestión municipal el próximo 1 de enero. Así lo ha confirmado este lunes el portavoz del equipo de Gobierno, Jesús García-Barroso, quien a preguntas de los periodistas se ha referido a esta cuestión y ha asegurado que finalmente no ha empezado este mes de diciembre por «problemas» a la hora de ubicar la sede de la conocida como ORA.
Sobre esta cuestión, el portavoz ha indicado que si bien la previsión inicial era ubicarlo en la calle Joaquina Santander, en el edificio que ocupa también la Escuela de Teatro y Cine Joaquín Benito de Lucas, finalmente se ha optado por hacerlo en las instalaciones del antiguo colegio La Milagrosa, en la calle Adalid Meneses.
Además, ha informado que los trámites relativos a personal ya se han llevado a cabo y que la pasada semana se mantuvo una reunión con la empresa que se va a ocupar de prestar el soporte informático para poder desarrollar este servicio de manera directa desde el Ayuntamiento talaverano.
También se trabaja en estos momentos para ultimar los contratos precisos para poner en marcha la ORA con carácter municipal, entre ellos con una empresa de seguridad para que gestione la recogida de la recaudación de los parquímetros para su posterior entrega en la entidad bancaria correspondiente, según ha precisado García-Barroso.
En relación a los parquímetros, el portavoz municipal ha avanzado que al final se ha optado por la sustitución de la placa base de cada uno de ellos en lugar de renovar toda la maquinaria. Este proceso, según ha indicado, se extenderá al menos «un par de meses», con lo cual el servicio comenzará con el sistema actual.
Una vez se haya cambiado, esta modificación «va a permitir operar de una manera diferente a como se está haciendo actualmente», que conllevará a los usuarios tener que «introducir la matrícula». Según García-Barroso, esto se traducirá en «una mayor agilidad» en lo que respecta a los datos que se pueden ofrecer desde el parquímetro a la central, sobre todo para conocer la explotación en tiempo real» en cuestiones como los importes.
Así, por el momento arrancará «con lo que hay» y se irán cambiando hasta completar la renovación de los más de 50 parquímetros que hay repartidos por la ciudad. Esto se afrontará ya con cargo al presupuesto de 2025 en el capítulo de inversiones, y supondrá un coste de 1.500 euros por cada uno de ellos.
Es una de las dos opciones que se manejaban, junto a la sustitución de todos los parquímetros, si bien esta última supone un coste más elevado, de unos 6.500 euros por cada uno de ellos.
De igual manera, el portavoz del equipo de Gobierno ha confirmado que, también de momento, se mantendrán las plazas y los precios estipulados para este servicio, sin contemplar modalidades como zona verde para residentes, como se aplica en otros ayuntamientos del país.
Estudio de plazas y zonas. Para poder funcionar el servicio mientras se materializa este cambio, el Ayuntamiento deberá adquirir también unas tarjetas móviles, según ha explicado García-Barroso, señalando que se está llevando a cabo además un estudio de plazas y espacios por parte de la Policía Local para determinar si hay que ampliar la cifra de estacionamientos regulados con este sistema.
Se hará, no obstante, de la mano del proceso de implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que atañe al área declarada como Conjunto Histórico -una de las afectadas por la regulación de la ORA-, así como a la calle Trinidad.