El otoño está a punto de finalizar y Castilla-La Mancha ha arrojado temperaturas más altas de lo normal en esta estación. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, el comportamiento del otoño debe entenderse en un contexto de cambio climático porque ha sido más caluroso y húmedo de lo que se acostumbraba en esta época del año.
«Este otoño ha sido el octavo más cálido de la serie de 64 años, junto al de 2017», apuntó esta mañana el delegado de la Aemet en la región, Luis Bañón, que presentó ayer un balance del comportamiento meteorológico este año junto a la delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón.
Dentro del otoño, septiembre fue un mes más frío, octubre cálido, y noviembre «extremadamente cálido», un balance climatológico que indica una temperatura de 15,6 grados de media, más de 1,2 grados de diferencia respecto a un otoño más normalizado. Sin embargo, el experto señaló que el aumento de temperatura obedece especialmente a las medias registradas en las mínimas, aunque las máximas también han registrado repuntes.
Atendiendo a las mediciones, Bañón dio a conocer que las temperaturas más altas se registraron el 2 y 3 de septiembre, con valores que superaron los 37 grados, como recogió la estación meteorológica de Ciudad Real. Además, añadió que el mes de noviembre ha sido el más cálido de los registrados hasta la fecha a pesar de que las temperaturas más bajas se observaran los días 27 y 28 de noviembre, con mínimas por debajo de los 2 grados en estaciones de Toledo, Cuenca y Guadalajara.
Sobre las precipitaciones, el otoño ha sido húmedo, con una precipitación media de 162 l/m2, un 111% respecto a la media en el periodo de referencia. En este caso, octubre ha sido muy húmedo, en parte por efecto de la DANA, y noviembre muy seco. También se han producido varios episodios de viento.
Las predicciones del invierno indican que también será más cálido.