Hasta hace apenas unos días, hablar de briznas me recordaba siempre la maravillosa obra Una brizna de hierba del gran poeta Walt Whitman. Era un magnífico recuerdo para mí el leer una y otra vez aquellos versos en los que el poeta se obnubilaba con una visión de la naturaleza solo propia de quien siente la realidad en experiencia aumentada, con pasajes tan señalados como «creo que una hoja de hierba/no es menos que el día de trabajo de las estrellas».
Desgraciadamente, ahora mi recuerdo es otro. Me resulta difícilmente asumible la actitud tomada por varios miembros del Gobierno ante la intentona fallida de anular las instituciones democráticas de Perú por parte de su ya expresidente Pedro Castillo. Yolanda Díaz, sin ir más lejos, fue quien dijo que la presencia del señor Castillo en la presidencia de aquel país era «una brizna de esperanza» a favor de la democracia y de los derechos individuales. Al menos, ha tenido el prurito suficiente para pronunciarse -aunque seguramente haya sido por presión mediática- y decir que está en desacuerdo con quienes intentar romper las normas democráticas. Pero sigo esperando a que el Presidente del Gobierno y algunos de los miembros -y de los exmiembros- del Gobierno se pronuncien al respecto. Porque, además, da la casualidad de que todo esto ha sido en la semana en que hemos celebrado en España el aniversario de la Constitución de 1978.
¿Hay briznas de democracia real en España? Tengo la sensación de que se van apagando poco a poco. El gravísimo asunto de la elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial canta por soleares. Algunos amigos me dicen que la negociación no cuaja porque la derecha pretende acapararla. A mi modo de ver, estos buenos amigos se equivocan, y a las pruebas me remito. Pero hay algo en lo que sí les tengo que dar una parte de razón: ¿acaso no sería mejor despolitizar completamente la Judicatura y que sean los propios Jueces y Magistrados quienes se elijan a sí mismos? Los abogados, los procuradores, los notarios y los registradores lo hacemos así. Nosotros elegimos a nuestros Decanos y a nuestras Juntas de Gobierno de cada una de las instituciones colegiales a las que pertenecemos. Y en el caso de abogados y procuradores no dejamos de ejercer funciones de carácter privado. Sin embargo, notarios y registradores ejercen una función tan sumamente importante como la fe pública notarial y la fe pública registral, por lo que tienen una potestad sobre sus hombros de suficiente envergadura como para poder generar efectos similares a los de las decisiones de juzgados y tribunales.
No me gustan estas 'briznas' tan socorridas y a la vez tan peligrosas. Ni tampoco las que se prestan a estas épocas del año: briznas de ser los más navideños y los más amigos de la Navidad cuando el resto del año llevan a cabo actos absolutamente contrarios a cuanto motiva el verdadero sentido de la Navidad; briznas de ser más demócratas que la democracia que no son sino simulacros de un totalitarismo anunciado; o briznas de Constitución, de ser los más amigos de la Constitución (vamos a llamarlos law friendlys, que es tan cursi como ellos) y después querer resquebrajar sus fundamentos básicos usando la bandera de 'salvapatrias'.
Así no vamos bien.