La economía española cayó un 0,5 % en el primer trimestre del año, lo que supone una recaída tras el estancamiento del trimestre anterior achacable a las restricciones de la tercera ola de covid-19 y a la tormenta Filomena en el centro peninsular.
No obstante, el Instituto Nacional de Estadística (INE) explica que para este avance de la contabilidad nacional la mayoría de indicadores coyunturales recogidos son de enero y febrero, que han sido los peores meses del trimestre, por lo que cabe esperar que la futura revisión del dato sea de una magnitud mayor a la habitual.
De acuerdo con las cifras publicadas este viernes, la demanda nacional restó 0,9 puntos al avance del PIB, tras la recaída del consumo y la inversión en el primer trimestre.
Esa aportación negativa fue compensada en parte por la contribución positiva de 0,4 puntos de la demanda exterior (exportaciones e importaciones).
En comparación con un año antes el PIB cayó el 4,3 %, frente al 8,9 % del trimestre precedente, una moderación consecuencia de que se empieza a comparar con 2020, año en el que la pandemia ya afectó a la economía.
El empleo de la economía, medido en horas trabajadas, se redujo un 2 % respecto al trimestre anterior, mientras que los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo aumentaron un 1,4 %, por el efecto de la caída de las jornadas a tiempo completo.
La restricciones a la movilidad propiciaron una caída del 1 % del consumo de los hogares entre enero y marzo, y un descenso del 1,9 % de la inversión en su conjunto, si bien a inversión empresarial en bienes de equipo y maquinaria se mantuvo en positivo, con un avance del 0,9 %.
Destaca la caída del 5,2 % de la inversión destinada a vivienda y construcción.
Las exportaciones se estancaron y registraron un ligero retroceso del 0,1 %, mientras que las importaciones cayeron el 1,3 %, en línea con la contracción de la demanda interna.
Desde el lado de la oferta, todas los sectores de actividad cayeron, salvo el de los servicios, que logró avanzar el 0,2 %, con un repunte del 1,4 % del comercio, el transporte y la hostelería.
La construcción cayó un 4,2 %; la industria, un 2,1 %; y la agricultura, un 2 %.
El empleo medido en horas trabajadas solo creció en la construcción (2,8 %), mientras que cayó en la agricultura (2,6 %), la industria (1,9 %) y los servicios (2,5 %).