"Castilla-La Mancha se está sindicalizando más". Lo ha señalado esta mañana el secretario general de UGT en la región, Luis Manuel Monforte, justo antes de reunir al Comité regional de su sindicato en el que han hecho balance de 2023 y se han puesto deberes para 2024. Monforte destacó que el pasado año UGT mejoró su afiliación un 10 por ciento. "Tenemos más personas afiliadas a la UGT y estamos llegando a más empresas", señaló.
Monforte también destaca que están ganando en representatividad. Contó que en 2022 creció un 8 por ciento y que el pasado año subió otro 5,5. "Donde vemos centros de trabajo sindicalizados es verdad que hay menos siniestralidad laboral y los derechos se respetan", apuntó. Monforte sabe que el tejido empresarial de Castilla-La Mancha está formado sobre todo por empresas pequeñas y medianas. "Tenemos que seguir concienciando a las empresas de que la negociación colectiva y el diálogo social es algo saludable, que donde se practica, a las empresas les va mejor y se consigue una productividad mejor", explica.
El secretario general de UGT en la región cuenta que en Castilla-La Mancha quedan en estos momentos treinta convenios colectivos pendientes. Señala que precisamente es "más fácil negociar" con un tejido productivo de empresas pequeñas y medianas. "Cuando tenemos empresas de ámbito nacional o multinacional es cuando esos convenios colectivos se enquistan y es más difícil llegar a esos acuerdos", reconoce. Monforte apunta que casi siempre el "nudo gordiano" de las negociaciones está en la subida salarial.
Al respecto, el líder de UGT en la región defiende la necesidad de que se aumente el salario mínimo interprofesional y que se haga por acuerdo de diálogo social. Recuerda que su objetivo es llegar al 60 por ciento del salario medio en España. "Ninguna empresa de este país ni de esta comunidad autónoma se va a arruinar por la subida del salario mínimo inteprofesional", asegura. Además recuerda que cuando se suben estos salarios bajos esos incrementos los destinan las familias al consumo.