Antonelli, ingeniero de Felipe II. Su credibilidad en la Corte

Antonio de la Cruz
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Los tratados de fortificación en el siglo XVI en España son escasísimos, siendo los habidos en lengua italiana los más destacados y entre ellos el de Antonelli. El Museo del Ejército conserva su 'Epitomi'

Antonelli, ingeniero del rey Felipe II. Parte III

Conserva el Museo del Ejército entre sus tesoros bibliográficos una obra relevante en cuanto a tratadística militar, se trata del conocido como 'Epitomi', de Juan Bautista Antonelli.


Lo que hizo clave a Antonelli en su época, es como respuesta, similar al planteamiento de aquello que fue clave en la pretensión imperial de diseñar y establecer una defensa global en zonas estratégicas españolas tanto en su espacio territorial fronterizo como al exterior marítimo-costero; y visto tanto desde el punto de vista político-religioso y militar: recordemos las múltiples tensiones de dominio territorial y/o religioso como el enfrentamiento con los turcos para controlar el mediterráneo; las luchas contra Francia en la hegemonía europea; o las luchas confesionales contra las revueltas protestantes, así como las urgencias de reconocer y proteger los territorios del Nuevo Mundo; como de las formas de servir de baluarte de defensa del modo de movilidad geoespacial entre el centro del imperio y sus posesiones. Hablamos, por tanto, del uso de la ingeniería militar como salvaguarda del nacimiento y consolidación de los estados modernos que explican la nueva etapa 'fortificadora' y defensiva iniciada en el quinientos, primero con Carlos y que vive su punto de apogeo con Felipe II.


En este contexto surgen los primeros tratados de fortificación. Habría que indicar que los tratados de fortificación en el siglo XVI en España son escasísimos, siendo los habidos en lengua italiana los más destacados y entre ellos el de Antonelli. Esta escasez se acentúa por la inexistencia de lugares o academias de estudio de estas ciencias, siendo los conocimientos adquiridos únicos y transmitidos a pocos contemporáneos.


Se consideran hitos claves en la historia militar española el impulso de los monarcas en la labor fortificadora del quinientos, así como evidentes avances en la ciencia de la artillería, así se constata con las Ordenanzas artilleras de mediados de siglo, acaban con la diversidad de longitudes y de calibración de piezas de artillería (de los más de 60 tipos diferentes de piezas a tan solo una docena). Serán nuevos ingenieros y artilleros los que tengan que convencer que sus ingenios o soluciones son las que más convengan a los propósitos defensivos de la corona. En este sentido, Antonelli apuesta, como ejemplo clave, por el frente abaluartado que consiste en la unión de muros en trazados geométricos en forma de cortina.


Se da una circunstancia sustancial donde los monarcas incluso se desplazan a los lugares donde los ingenieros realizan sus trabajos de fortificación y estudio de defensas y piezas de artillería; pero lo que prevalece es la intensificación en la redacción de informes y descripciones destinados al propio rey, en función de hacerle ver la necesidad de adoptar las soluciones propuestas. Antonelli realizará numerosos memoriales que el monarca comparaba con los enviados por el responsable militar, que formaba un binomio en la planificación defensiva correspondiente; en el caso de Antonelli, será muchas veces acompañado por Maestres (jefes militares) como Vespasiano Gonzaga, los cuales también ejercían una evaluación económica de los dineros de los que sería menester disponer.


En este sentido, el mismo Epítome toledano (escrito en Toledo entre 1560 y 1561) da a conocer a su destinatario real las cualidades de su escritor, anticipando la consabida querencia que valorará el rey en base a su adscripción a lo militar y, por tanto, ensalzando aquellas enseñanzas aprendidas por el autor en las guerras de Flandes con tropas comandadas por el Duque de Saboya y al lado del Maestre general para los alojamientos Jean de Ligne, conde de Arenberg.


Lo dejamos en este punto y ahora dispongámonos a hacer una visita real al Museo para contemplarla en la exposición de obras que compendian la literatura militar, o bien de forma virtual para admirar una parte de nuestra historia.