Luis Aragonés no sólo pasará a la historia como el responsable de uno de los momentos de mayor felicidad del fútbol español, con la conquista de una Eurocopa de 2008 que abrió el camino para un estilo y una época dorada en la Selección que a día de hoy perviven. También estará en un sitio preferente en el corazón de los toledanos porque fue él quien marcó el primer tanto en el estadio Salto del Caballo.
Sucedió un lejano 23 de noviembre de 1973, día escogido para la inauguración de un Salto del Caballo que después ha vivido tantas tardes de gloria como de sollozos. Fue una jornada especial, el CD Toledo y la ciudad por extensión disponían de un nuevo campo impulsado, entre otros, por el trabajo del presidente aquel curso, Martín Juanes.
Como día grande que era, no se escatimó en la elección de un rival acorde a la celebración y se optó por el Atlético de Madrid, un equipo rojiblanco que en aquella época destilaba una grandeza y presencia que de nuevo está recuperando. Un contrincante, además, con muchos simpatizantes en la provincia y con una plantilla plagada de nombres deslumbrantes en el fútbol español para un modesto CD Toledo que aquella temporada 1973/74 militaba en una categoría regional, Primera Ordinaria.
Con el ‘9’ y como capitán de los rojiblancos saltó al campo Luis Aragonés, quien protagonizó el protocolario saludo inicial con intercambio de obsequios incluido. Además de ‘Zapatones’, también participaron en el Atlético nombres propios como Ufarte o un toledano, Luis Laguna, aunque éste lo hizo saliendo desde el banco.
Quien primero marcase iba a entrar en la pequeña historia del estadio capitalino y el encargado de hacerlo fue Luis Aragonés. Cuentan las crónicas de la época que lo hizo desde los once metros, pues no le tembló el pulso a la hora de ejecutar una pena máxima que se tildó como rigurosa en el minuto 40 de la primera mitad.
Con el marcador en contra comenzaron los locales la segunda mitad, entre los que se encontraban futbolistas como Molinero, Grande o Esteban Martínez. En la reanudación, Félix Aranda consiguió empatar la contienda gracias a un buen disparo de falta directa. Sin embargo, no tardó en imponerse la lógica y el equipo de Primera resolvió por la vía rápida el envite. Melo se encargó de devolver la ventaja al Atlético de Madrid y Luis Aragonés repitió, sellando su doblete particular.
XXV Aniversario. Con todo, no fue la última vez que visitó ‘El Sabio de Hortaleza’ el Salto del Caballo, puesto que con motivo del XXV aniversario de la construcción del estadio toledano se le invitó a que acudiera para recoger una placa conmemorativa antes de un CD Toledo-Leganés. En el encuentro, en la 1998/99, se cumplió uno de los dichos del maestro, las celebraciones antes de los partidos traen mala suerte. Y, efectivamente, los verdes acabaron empatando a tres tantos ese envite.
El destino ha querido que Luis Aragonés se marchase para siempre un día antes de otro partido del CD Toledo contra, precisamente, el club de sus amores, un Atlético de Madrid del que llegó a decir que lo era todo. Por ello, con más motivo se guardará un sentido minuto de silencio en su memoria. Como recuerdo del primer goleador de la historia en el Salto del Caballo.