Guillermo Fernández Vara apoyó a Susana Díaz cuando se enfrentó en primarias a Pedro Sánchez, Vara, histórico militante del PSOE y hombre consecuente con las reglas de la política, cuando se conoció el resultado, advirtió que a partir de ese momento su lealtad era para quien había ganado las primarias en buena lid.
Acaba de anunciar que renuncia a presentar su candidatura a la reelección como presidente de Extremadura y que abandona la política. Es la segunda vez que lo hace; al día siguiente de las autonómicas y municipales, que ganó en votos, pero empató en escaños con el PP, anunció que abandonaba la política. Una llamada de Sánchez le llevó a demostrar nuevamente su lealtad a su secretario general. El controvertido pacto del PP con Vox en su región le ha obligado a la retirada.
Con toda seguridad, gran parte de los candidatos socialistas a los gobiernos regionales y municipales han fracasado el pasado 28 de mayo por el deseo de infinidad de españoles a pasar página a un gobierno que consideran una desgracia para España. En el PSOE actual son incontables las víctimas de Pedro Sánchez, incontables los dirigentes que, como Vara, han recibido en las elecciones el castigo que iba dirigido a su secretario general.
En los últimos meses, personajes que son un referente del PSOE que gobernó durante 14 años, que realizaron el cambio que España necesitaba y que hicieron del PSOE un símbolo del socialismo internacional, han expresado en varias ocasiones su contrariedad por el rumbo que marcaba Pedro Sánchez. Sus pactos con partidos situados en las antípodas del PSOE, sus iniciativas que en lugar de abundar en el progreso social, como repiten, ha dividido la sociedad imponiendo fórmulas que rechazan expertos y sectores enteros que no tienen nada de conservadores.
Feijóo ha anunciado que si es presidente de gobierno cesará a Tezanos en el primer consejo de ministros. Tezanos representa uno de los peores aspectos del sanchismo: la colocación de afines en la dirección de las instituciones del Estado. El líder del PP ha anunciado algo más: que si gana con ventaja las elecciones y Sánchez se niega a apoyar su gobierno, conservador y democrático, para intentar echarlo en brazos de Vox, llamará a los dirigentes regionales socialistas para intentar que a través de sus diputados le permitan salvar la investidura.
Si se produce esa situación es difícil que encuentre los apoyos que Sánchez le niega, por la debida lealtad a unas siglas. Pero cualquiera que haya hablado en los últimos tiempos con personalidades del socialismo conoce perfectamente la preocupación que sienten ante las consecuencias que tiene para el PSOE, y para sus candidatos.- es decir, para ellos mismos- el mal gobierno de Sánchez, su soberbia, y la falta de respeto a la palabra dada.
Habrá que ver qué piensan de un nuevo gobierno Frankenstein como alternativa a apoyar un gobierno de Feijóo sin Vox.