Las cooperativas agrarias aúnan más de 40.000 explotaciones

Á. de la Paz
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La asamblea de Uteco Toledo reivindica la unión de los pequeños productores para competir mejor

Foto de familia de la clausura de la asamblea de las cooperativas. - Foto: La Tribuna

La clausura de las asambleas ordinarias de Uteco Toledo y la Unión de Cooperativas Agrarias de Toledo, celebradas en la sede social de Eurocaja Rural, visibilizaron la importancia que el cooperativismo en el sector primario desempeña dentro de la economía provincial. De forma indirecta, unas 42.000 familias toledanas participan de Uteco. La asociación de pequeños productores en tales estructuras societarias facilita la comercialización de sus bienes y el acceso más barato a los insumos que requieren, tales fertilizante o combustible. 

Ambas cooperativas aprobaron sus memorias anuales y las respectivas cuentas correspondientes al último ejercicio, además de los procesos electorales para renovar su directiva. El presidente de Eurocaja Rural, Javier López, a la sazón anfitrión de la asamblea, defendió las «bondades del cooperativismo», una apuesta solidaria por el crecimiento que «ratifica nuestro modelo». Desde la entidad financiera señalaron como retos compartidos «la lucha contra la despoblación y la exclusión financiera».

La presidenta de la Diputación provincial, Conchi Cedillo, defendió el arraigo del cooperativismo en el campo toledano y mostró su cercanía con las demandas del sector primario, un conjunto de peticiones que se materializaron en protestas masivas en febrero y marzo. «Las instituciones tenemos la obligación de hacer que el campo sea rentable, de que los jóvenes lo vean como una opción real para dedicarse de forma profesional», aseguró la máxima responsable de la administración provincial.

Cedillo, además, cargó contra la Política Agraria Común (PAC) vigente, un marco legal del que dijo que «ha supuesto pérdidas» para los agricultores por «no adecuarse a las necesidades ni a la realidad del sector», un conjunto de actividades marcadas por el incremento ininterrumpido de los costes de suministros en los tres últimos años.

«Necesitamos una PAC fuerte y bien financiada», proclamó la presidenta de la Diputación. Al mismo tiempo, requirió a las autoridades comunitarias que la carga burocrática relacionada con la actividad agraria no sea una «losa» para quienes se desempeñan en tal ámbito.

Por su parte, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, valoró la presencia de las cooperativas por su «capacidad» para aúnar  los pequeños esfuerzos de miles de profesionales. Además, recordó que las colectividades ofrecen, además de comercializar sus productos, otros «servicios fundamentales» que favorecen la actividad y les permite ser competitivos.

Martínez Lizán subrayó que la PAC se aprobó en 2021 con la unanimidad de todas las comunidades autónomas y citó las complicaciones «geopolíticas» posteriores como inicio de los problemas, una situación para la que la Unión Europea ha mostrado «flexibilidad».