Jesús Gordillo ya va por su segunda foto con la Liga de Campeones de Fútbol Sala. Dice que una fue «casualidad», pero que esta segunda ha sido «un milagro». El jugador toledano, bicampeón de Europa, se ha tomado estos días de celebración, pero ya ha retomado el trabajo con el Mallorca Palma Futsal porque este fin de semana disputa la última jornada de la liga, con opción de entrar como cuarto clasificado en los 'playoff'.
Lo de revalidar el título continental es algo que «no se esperaba nadie». El jugador formado en el Moprisala confiesa que, en el sorteo de la fase final, «todo el mundo nos quería en semifinales, y sabíamos que cualquiera de los otros tres, si salían a tope, nos iban a ganar».
Pero Gordillo lo vio claro en la tanda de penaltis frente al Benfica, en semifinales: «Estaba convencido de que íbamos a ganar». Además, el joven futbolista fue luego protagonista en la remontada contra el Barça en la final. «No nos caracterizamos por dar la vuelta a los partidos porque nos entran las prisas y nos atascamos, pero esta vez lo hicimos», comenta el capitalino.
Jesús Gordillo, de 23 años, reconoce que soñaba de pequeño con jugar alguna vez un partido de Champions, y en su mente permanece un Barcelona-Inter en Zaragoza, con algunos actuales compañeros de equipo como protagonistas. Lo que jamás esperó es permanecer imbatido en 16 partidos en la Liga de Campeones. «Somos el Madrid del fútbol sala», asegura Gordillo, a quien ahora mismo le parece impensable intentar una tercera el año próximo: «Hay muchos jugadores que terminan contrato, y hay que ver qué equipo tenemos».
De momento, necesitan ganar al Ribera Navarra FS para intentar acceder como cuartos a los 'playoff' por el título de liga. Entiende que ganar la Champios es «un plus motivacional», pero que no están «nada orgullosos» de su actuación en la competición doméstica: «Teníamos plantilla para estar entre los tres primeros». Por todo esto, ve «complicado» pasar rondas frente a otros equipos a los que «les urge más ganar para estar el año que viene en Champions; al final, nosotros ya tenemos plaza». En cualquier caso, ser campeones sería «un hito» para el club insular, asegura Gordillo.
Entre tanto, el toledano también tiene otra meta muy ilusionante: ser uno de los elegidos para estar con España en el próximo Mundial, que se celebrará en septiembre y octubre en Uzbekistán. Sabe que ha tenido una temporada «de altibajos», pero, aun así, «los seleccionadores cuentan conmigo». De momento, confiesa que no quiere lesionarse para tener opciones de entrar en la lista: «Hay otros jugadores en mi puesto, y no estoy seguro al cien por cien».
De lograrlo, sería «un sueño» y «un paso más» en su carrera. Porque Jesús Gordillo es ambicioso: «Intentar la tercera estrella es un reto muy gande, pero me gustaría asumirlo». Y es que, habla maravillas de Albert Canillas y Fede Vidal: «Son como mis padres». También de los médicos de la selección española, hasta el punto de asegurar que sigue jugando gacias a ellos: «Me buscaron el mejor cirujano posible con la lesión, ya que no solo dependía de mi trabajo».
Para Gordillo, fue una etapa «durísima». Estaba fuera de casa, pero, sobre todo, porque confiesa que tenía «mucho miedo al futuro, a no saber si podía ser el mismo».