No les afecta a todos por igual, depende del deporte y del número de horas de uso de las instalaciones deportivas, pero el aumento de los precios de las instalaciones deportivas y, sobre todo, la reducción en las bonificaciones, va a ser un duro palo para la gran mayoría de clubes deportivos de la ciudad, que se van a ver abocados a repercutir esta subida en sus precios. Algunos incluso, como el Club de Natación Oriol Imperial, temen por su subsistencia. Esta subida la justifica el Ayuntamiento por la necesidad de sanear las cuentas del Patronato Deportivo y mejorar las instalaciones, algo que llegan a entender perfectamente muchos responsables deportivos, que no obstantes critican la falta de diálogo de los responsables municipales y que no se hayan buscado otras alternativas, porque «no podemos convertir a los deportes minoritarios en deporte de élite, sobre todo, el deporte escolar» e incluso pueden desaparecer deportes en la ciudad. Cierto es, como ha explicado el alcalde, Carlos Velázquez, que hay clubes que «entienden» la necesidad de esta subida, pero con 'peros'.
Quizás los más afectados sean los clubes de Natación y Salvamento. Tal es así que, apunta su responsable, Sergio Íñiguez, que «si se confirma esto, el Club Oriol Imperial va a desaparecer, no podemos subir a los padres 120 euros al mes, casi 250 si tienen dos hijos, es inviable». Si el Ayuntamiento no da una respuesta, el Club se plantea movilizaciones. Hasta ahora, los clubes pagaba al Ayuntamiento cada baño por 0,8 euros. Pero a partir de la nueva Ordenanza Fiscal para Instalaciones Deportivas, el uso de cada calle costará 18 euros por hora. De forma que si el Oriol Imperial pagaba hasta ahora 10.000 euros al año por el uso de piscinas, ahora pagará 55.000. Íñiguez se lamenta de que estos precios solo se dan en Toledo en el conjunto de la región. En Talavera, el uso de la calle cuesta 1,54 euros la hora; en Sonseca, seis euros; en Guadalajara, Ciudad Europea del Deporte 2023, cinco euros la calle y los clubes llevan las escuelas municipales; y en Ciudad Real la subvención llega al cien por cien, y no pagan nada los clubes.
Para el resto de instalaciones deportivas, a la subida del tres por ciento, que pueden ver lógica después de muchos años, los clubes de la ciudad tienen que añadir la disminución de la bonificación municipal del 85 al 50 por ciento. Eso se traduce a la postre en una subida real del precio de las instalaciones en torno al 350 por ciento. Hasta ahora, el coste de una hora de alquiler de un pabellón era de 24 euros, que con la subida del tres por ciento se quedará en 24,72. El problema es que, con la bonificación del 85 por ciento, antes la hora se quedaba en 3,6 euros, y ahora con la del 50 por ciento, serán 12,36, casi un 350 por ciento más.
Los clubes deportivos, abocados a una subida general de precio - Foto: Óscar Huertas FraileHay clubes, como el Moprisala de fútbol-sala, que, efectivamente, comprenden que era necesaria la subida del tres por ciento «porque llevamos pagando una cantidad muy pequeña desde hace 16 años, pero este incremento también es un palo muy importante, la realidad es que los precios se multiplican por 3,5», explica José Manuel Monroy. Y esta subida se une a otras, como las del transporte, y otros gastos. En cualquier caso, apunta Monroy, este sobrecoste, con importante, no es tanto como las cantidades que se gasta el club en representar a Toledo en competiciones nacionales, sin ayudas institucionales. El CEIde baloncesto pasará de pagar más de mil euros al año a cinco mil por el alquiler del pabellón del Alfonso VI. «Entendemos que hay que subir algo, pero no esa barbaridad. Pero son lentejas», apunta Juan Ignacio Hernández, director deportivo del Club. El Odelot Toletum pasará el año que viene de pagar 8.000 a unos 25.000 por el mismo servicio.
¿En qué se traducirá esta subida? Sin duda que en un incremento de lo que los clubes cobran a los deportistas, a los padres en muchos casos. En el caso de Moprisala, las cuotas subirán la próxima temporada un quince por ciento. El CEIsubirá a todos sus jugadores entre sesenta y setenta euros al año. Y las cuotas del Odelot pasarán de 450 a cerca de 600 al año. A pesar de ellos, con las cuentas saneadas y tras años si subir las cuotas, algunas por debajo del mercado, los clubes no temen por su supervivencia, aunque sea con menos deportistas u horas de pabellón.
El problema es que «al final, lo acaban pagando los mismos, los usuarios del deporte y el problema son las familias que no tienen recursos, sé que voy a perder deportistas que por su situación económica no van a poder afrontarlo», apunta Fran Miranda del Balonmano Ciudad Imperial. «Una subida tan grosera en la cantidad va en perjuicio de la actividad deportiva de Toledo», explica Luis Galiano del Odelot Toletum. «La única opción que nos queda subir el precio a todos los jugadores y jugadoras, no sabemos cómo van a responder, porque no tenemos patrocinadores, ni subvenciones, exceptuando la Junta», apunta por su parte Hernández desde el CEI. «No tememos la desaparición de la Escuela, pero sí vamos a tener una merma importante de chavales», afirma Luis Galiano desde Odelot.
Falta de diálogo. Miranda y Galiano se quejan sobre todo de que el Ayuntamiento no haya consultado a los clubes antes de tomar la decisión. «Porque en el deporte no de élite, cualquier golpe económico es muy importante, cada pequeña subida puede ser un eslabón más en el ataúd de ese deporte concreto», explica el presidente del Ciudad Imperial. Hubiera preferido una reunión de clubes con el Ayuntamiento para estudiar alternativas, y él hubiera propuesto la transformación del Patronato Deportivo en una Fundación, para que pueda tener financiación de las empresas de la ciudad, y que los clubes solo financien lo que falte. Así funciona, por ejemplo, la Fundación Alcobendas.
Galiano apunta que ante esta «subida de tasas desmesurada», el Ayuntamiento podría haber sondeado antes a las agrupaciones deportivas. Tiene derecho a hacer lo que quiera con sus instalaciones, pero podría haber establecido subidas escalonadas o la búsqueda de fórmulas para contrarrestarla, como permitir a los clubes que pongan publicidad.
Luego está la duda sobre la utilidad de estas subidas. ¿Servirán para mejorar las instalaciones? Si no llegan de otros fondos, apunta Monroy, «van a disminuir su agujero de gasto corriente, pero dudo que mejoren las instalaciones». Miranda por su parte apunta que «si este dinero solo sirve para eliminar la deuda, es un error, porque implica una gestión insuficiente». Y «nos han dicho que van a hacer obras, pero quienes las asumimos somos nosotros, como es lógico», afirma Hernández, quien recuerda que el CD Toledo no paga nada.
Finalmente, hay clubes de otros deportes a los que la subida no les afectará tanto, porque apenas utilizan instalaciones municipales. Hace años, el Club Venus de Gimnasia Rítmica entrenaba en el pabellón Javier Lozano. Pero el ascenso del equipo de balonmano hizo que hubiera que bajar los techos y poner redes, y el Venus tuvo que alquilar hace ocho años el pabellón Rafael del Pino para desarrollar su deporte, a lo que suma la práctica en un tercio del pabellón del Polígono tres horas los viernes. De ahí que la subida de precios apenas le vaya a repercutir. Lo que Mai González apunta es que «está claro que Toledo está muy falto de instalaciones deportivas y de pabellones, no hay para todo el mundo, nosotros lo entendimos así hace muchos años». González recuerda el viejo proyecto del pabellón multiusos y está convencida de que cuando hay instalaciones adecuadas, llegan los resultados.