Abril es la promesa de que algo nuevo está a punto de florecer; es un mes esperado, lleno de ilusión y de deseos, oportunidades y nuevas aventuras. Abril es el mes en el que los sueños se despiertan y las esperanzas se renuevan.
Este año durante el mes de marzo, las aguas dañaron el deseo de muchos en cumplir la Semana de Pasión, con la devoción y práctica deseada; sin embargo, abril es la oportunidad de empezar de nuevo, reinventarnos y seguir adelante con fuerza.
Y hay, entre todos esos aforismos o frases, una que es tremendamente alentadora para todos, porque este mes, abril, es el idóneo para «dejar atrás el pasado y abrazar el futuro con optimismo y esperanza»; y máxime cuando el 23 se conmemora ese especial Día del Libro.
Por eso, la palabra como término y concepto, va a inundar todos y cada uno de los numerosos actos a celebrar, va a congregar amigos de la lectura, escritores y creadores de todo tipo de invención literaria, seguidores de los nuevos retos, tanto digitales como en papel, para seguir dirimiendo esperanzas, deseos y/o realidades conseguidas.
Explorar nuestras emociones de una manera profunda y significativa, transmitirlas a otros y vivir las experiencias gracias a la narrativa y su lectura, es objetivo del libro. La lectura aumenta nuestra curiosidad y conocimiento, nos mantiene informados, despierta nuestra imaginación, alimenta nuestra inspiración y hace que surjan ideas.
Por eso, felicidades a todos cuantos usan la palabra como medio de expresión, diversión, aprendizaje y ocio; a todos cuantos desean infundir su deseo hacia los demás, provocando sinergias que mantengan la ilusión y nos haga más felices. Para los que leen, por su aprendizaje personal y apoyo al libro; para los que escriben porque como dijo José Luis Sampedro: «escribir es vivir» y para los que venden, porque gracias a ellos, se extiende su valor.
Y quisiera acabar con esta reflexión: «Los libros son un recurso imprescindible para el proceso formativo de cada persona, porque nos permite imaginar, descubrir, viajar y conocer sobre el mundo que nos rodea, fomentando la lectura en los niños y adolescentes, como clave de desarrollo intelectual de cada uno».