Las auroras boreales tiñen de púrpura el cielo de la provincia

La Tribuna
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Las auroras, habituales en las regiones polares, se forman por la interacción del viento solar y el campo magnético de la Tierra generando arcos, bandas o cortinas luminosas en el cielo de tonos rosados, violetas o azulados.

Aurora boreal en Toledo. - Foto: Perfil de X @miri_romero

El cielo de Toledo se tiñó de color púrpura gracias a las auroras boreales visibles en buena parte del país y captadas por varios observatorios astronómicos. Un fenónemo propio de las latitudes polares que en nuestro país se vio por última vez hace 20 años y del que dan fe las imágenes captadas en la capital regional y en municipios como el de Segurilla, Guadamur y Quitanar de Orden, entre otros pueblos de la provincia.

Las auroras, habituales en las regiones polares, se forman por la interacción del viento solar y el campo magnético de la Tierra generando arcos, bandas o cortinas luminosas en el cielo de tonos rosados, violetas o azulados. La observación de este fenómeno en nuestro país ha sido posible gracias a la gran tormenta geomagnética producida a una altitud de entre 90 y 150 kilómetros, por encima de la troposfera.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), una aurora polar es un electrometeoro consistente en un fenómeno luminoso que aparece en las capas superiores de la atmósfera en forma de arcos o bandas. Además, ha añadido que aparecen por la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra. El viento solar es más fuerte en momentos cercanos a la máxima actividad solar, que se produce en ciclos de entre 10 y 12 años.